El 29 de junio arrancó Saturno retrógrado en el signo de Piscis y se extenderá hasta el 15 de noviembre, cuando arranque directo en el grado 12 de ese mismo signo. Saturno es el planeta de la responsabilidad, la disciplina, la constancia y la perseverancia, y en Piscis se exacerba esa responsabilidad que uno tiene que tener con su mundo espiritual y emocional.
Este movimiento nos da la posibilidad de conectar con uno mismo, con nuestro mundo interior, pero cuando retrograda nos obliga a revisar y repasar toda la estructura. También, en algunas ocasiones, a que nos enfrentemos con vivencias o lecciones del pasado que, desde ya, aún no hemos aprendido. Las deudas pendientes vuelven a ponerse sobre la mesa cuando Saturno retrograda y, en el signo de Piscis, nos pide una transformación personal.
A su vez, Neptuno también va a empezar a retrogradar el 2 de julio y lo hará hasta el 7 de diciembre. También lo hará en el signo de Piscis, del cual es planeta regente: está en su domicilio y por eso mismo en esta ocasión su influencia será aún más poderosa. Es un buen momento para hacer consciente la realidad, la revisión de la misma y conectar con el camino de tus sueños.
Neptuno es el planeta del idealismo, de la sanación y la espiritualidad; es la representación de la empatía y del amor incondicional. Pero cuando retrograda, la idea es revisar todos estos conceptos y esos errores cometidos, porque toda experiencia nos sirve justamente para fijar un nuevo camino que nos lleve al bienestar y a la sanación interna.