Día Internacional de la Donación de Órganos: recibió un trasplante de corazón, tuvo otra oportunidad y la rompió como deportista

Romina Pérez Manelli tenía solo 15 años cuando una miocardiopatía dilatada de origen desconocido la enfermó de repente. En el Día Internacional de la Donación de Órganos, la abogada y deportista remarca la importancia de dar vida. Pérez Manelli se encontraba en la secundaria cuando empezó a sentirse mal, incluso habiendo llevado hasta ese momento un estilo de vida muy saludable.

"Dejé de comer, dormía mucho, pasé de médico en médico y nadie me quería diagnosticar porque era un tratamiento muy costoso". Producto de la afección del corazón, pasó dos meses en terapia intensiva cardíaca pediátrica debido a la fuerte descompensación que había sufrido.

"Como mi corazón y yo estábamos tan débiles, pasé todo ese año en silla de ruedas, imaginate lo que era estar en secundaria en ese estado. Recibí mucho apoyo de mi familia y de mis compañeros afortunadamente".

Le dijeron que debía ser trasplantada, pero que primero debía fortalecerse para así estar apta para ello. Después de un proceso de recomposición que tomó un año y medio, llegó el ansiado trasplante.

"Recibí mi trasplante el 28 de diciembre de 2000, luego de estar seis meses en lista de espera", contó en diálogo con C5N. Afortunadamente, la intervención no provocó problemas mayores, por lo que se fue "de alta muy rápido" mientras que a la semana siguiente ya estaba en su casa.

Romina continuó su vida con total normalidad, dado que terminó el colegio secundario, luego inició su carrera universitaria en la Facultad de Derecho de la UBA, forma parte del Comité de Bioética del INCUCAI y hace unos días se recibió de Magíster en Investigación Clínica. Además, es mamá de Cata: "Salió de mi cuerpo, algo que nunca pensé que podría hacer".

"Los primeros años luego del trasplante son los de más cuidados, luego los controles médicos se van espaciando. Siempre intenté hacer una vida normal. A 15 años del trasplante comencé a tener una vida más activa desde el punto de vista de acercarme a personas que también recibieron trasplante y a difundir el mensaje de la donación de órganos", agregó.

El deporte como motor para derribar mitos y reinsertarse en la sociedad

Más allá de haber capitalizado esa nueva oportunidad que le dio la vida a través del estudio, Romina también decidió dedicarse al deporte. Y se puede decir que se animó a probar variedad: desde muy chica hizo básquet y cinco años después del trasplante, a los 20, hizo hockey sobre césped en Vélez, zumba, pilates y stretching. "Cuando comienza la nueva etapa de mi vida, con 30 años y metida en este mundo de personas con trasplante, comencé a practicar tenis de mesa".

El tenis de mesa fue el deporte que le catapultó la carrera como deportista, dado que en 2018 ganó la medalla de oro en la categoría damas 30-39 y también medalla de plata en tenis de mesa dobles mixtos en los Juegos Nacionales para Deportistas Trasplantados que se realizó en Salta organizado por la Asociación de Deportistas Trasplantados de la República Argentina (ADETRA).

"En 2019 participé por primera vez del Mundial para Deportistas Trasplantados y en 2023 gané medalla de bronce en tenis de mesa damas 30-39 en los Juegos Mundiales para Deportistas Trasplantados, que se realizaron en Perth, Australia por su ente rector World Transplant Games Federations (WTG, por sus siglas en inglés)", agregó.

perez manelli bronce

No todo es color de rosa: cuáles son los riesgos o miedos persistentes en la práctica deportiva para personas trasplantadas

Para Romina, "cada persona es diferente". En su caso: "Nunca tuve miedo, de nada en general y en el deporte tampoco. Siempre consulté con mis médicos si podía hacer este deporte o el otro y cuando ellos me dieron el 'ok', los hice".

Pérez Manelli se convirtió en una embajadora del deporte, que según ella, a través de él se aprende "sobre la importancia de la disciplina, el trabajo en equipo, la perseverancia, la resiliencia y el respeto. Nos enseña a enfrentarnos a los desafíos, a aceptar los fracasos como oportunidades de aprendizaje y a celebrar los logros con humildad. Además, nos impulsa a mantener un equilibrio entre el cuerpo y la mente, y nos recuerda lo esencial que es cuidar nuestra salud física y emocional".

Romina pérez manelli

Romina Pérez Manelli en los XIV Juegos Argentinos y X Juegos Latinoamericanos para Deportistas Trasplantados.

El día después de ser deportista: fomentar la actividad física en personas trasplantadas

Pérez Manelli ahora es dirigente de ADETRA, por lo que ahora todo se ve desde una nueva perspectiva: "Además de ser un modelo a seguir, tenés la responsabilidad de motivar y guiar a otras personas, de crear oportunidades y espacios para que puedan disfrutar de los beneficios del deporte".

"En particular, para quienes hemos recibido un trasplante, la actividad física es aún más relevante. Nos permite no solo mantener una buena salud física, sino también fortalecer nuestra salud emocional, ayudarnos a superar los desafíos que vienen con la adaptación y mejorar nuestra calidad de vida. El deporte es un gran aliado para la reintegración social y el bienestar integral de las personas trasplantadas", agregó.

Por último, puntualizó que "incitar a las personas a la práctica deportiva, independientemente de su condición de salud, es clave. Lo importante es mostrarles que el deporte no es solo para quienes están en un nivel alto de rendimiento, sino que es una herramienta que contribuye a mejorar la calidad de vida, a mantener la salud física y mental".