Tras la escandalosa salida de Sebastián Domínguez de Vélez después haber completado un histórico récord negativo de ocho fechas sin victorias ni goles, todo indicaría que Guillermo Barros Schelotto será el nuevo entrenador.
El Mellizo tendría todo acordado de palabra, ya que su deseo es el de jugar la Copa Libertadores. Desde la dirigencia del Fortín le prometieron refuerzos de jerarquía para junio.
Tras la escandalosa salida de Sebastián Domínguez de Vélez después haber completado un histórico récord negativo de ocho fechas sin victorias ni goles, todo indicaría que Guillermo Barros Schelotto será el nuevo entrenador.
A pesar de que la danza de nombres estaba bastante acotada debido a las opciones en el mercado y por la limitada billetera del equipo de Liniers, durante las últimas horas trascendió que el Mellizo habría aceptado la oferta formal enviada por la dirigencia que encabeza Fabián Berlanga.
Desde los medios partidarios de Vélez aseguran que ya hay principio de acuerdo entre las partes, al menos en lo económico, por lo que solamente resta la firma para ponerse el buzo de DT y comenzar a trabajar en la Villa Olímpica con el actual campeón del fútbol argentino.
Según trascendió, el contrato sería por dos años, aunque vendrá aparejado de exigencias, teniendo en cuenta que el Fortín jugará la Copa Libertadores. La idea entonces, además de que el DT participe de las decisiones futbolísticas, es la de incorporar al menos cuatro refuerzos de jerarquía para potenciar el equipo a partir de junio, o al menos ese habría sido el compromiso desde la dirigencia.
Guillermo Barros Schelotto tuvo altibajos a lo largo de su carrera. Entre los hitos se encuentran la obtención de la Copa Sudamericana 2013 con Lanús y los títulos consecutivos con Boca en 2017 y 2018, este último año fue finalista de la Copa Libertadores.
Durante los últimos años tuvo una breve etapa al frente de la Selección de Paraguay, donde dirigió 17 encuentros con un balance de cuatro victorias, cuatro empates y nueve derrotas. En septiembre de 2023 fue despedido por falta de buenos resultados.