Él es uno más. Se enoja, sufre, se emociona, llora y festeja como un hincha. Vive con intensidad y con pasión por la camiseta blanca y celeste. Por eso, no es un entrenador más de Racing. Conoce cada detalle del club y vivió desde adentro los momentos más difíciles como el descenso en 1983, la quiebra en 1999 o la sequía de 35 años sin títulos nacionales. Pocos se merecen este presente de la Academia como Gustavo Costas.
La mayor virtud del tipo es ser fiel a los colores. Un sentimiento que lleva desde pequeño. A los dos años fue una de las mascotas del equipo de Juan José Pizzuti que ganó el campeonato local, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental entre 1966 y 1967. Tiempo después creció y se convirtió en jugador y capitán: ascendió a Primera en 1985 y luego fue campeón de la Supercopa de 1988, justamente frente a Cruzeiro en Brasil. Se transformó en el futbolista con más presencias en la historia del club, con 337 partidos jugados. Además, por estos días, dirige al equipo que le permitió volver a una final internacional tras 32 años y hacer soñar a esos miles y miles de fanáticos que él representa desde el banco de suplentes.
Costas con Rulli
Costas en brazos de Juan Carlos Rulli, integrantes del "Racing de José".
“Yo todo lo que hice y hago en Racing lo hago desde el corazón”, repite con orgullo. Cada vez que habla expone identidad racinguista genuina. Es un hincha más cuando se lamenta sobre pasado más oscuro y aclara que “los momentos de felicidad fueron solo en algunos tramitos”. Pero también los ojos le brillan al describir el presente: “El club está bien hoy, muy bien. Ganamos torneos y tenemos que seguir ganando”. Pero hay un hecho que tiene un valor incalculable, un mensaje sincero, que los simpatizantes le creen: “Yo estoy bien si a Racing le va bien, esté Costas o quien sea”.
El 18 de diciembre del año pasado, cuando fue presentado como director técnico para 2024, marcó el camino a seguir. Conocedor como pocos de la idiosincrasia de la institución de Avellaneda, estaba convencido que había que dar un salto de calidad: "Ver a Racing campeón es el sueño que tenemos y por lo que ya estamos trabajando. En su momento, logramos mantenernos vivos, con toda la gente que apoyó. Pero lograr algo internacional es lo que más quiero y lo que desea el hincha de Racing. No hay que competir más en las Copas, hay que ganarlas".
Gustavo Costas en Racing
Costas, junto al presidente Víctor Blanco, al ser presentado como DT en diciembre de 2023.
Racing Club
En la última década, la Academia atravesó uno de los mejores períodos de su historia. Consiguió dos campeonatos nacionales en 2014 y 2019 más los Trofeos de Campeones 2019 y 2022, y la Supercopa internacional en Abu Dabi. Así, en el corazón de Costas y los millones de fanáticos cicatrizaron las viejas heridas: los 35 años sin títulos a nivel local entre 1966 y 2001, los profundos inconvenientes económicos y dirigenciales que derivaron en la quiebra del club en marzo de 1999 y la posterior llegada de un gerenciamiento que empeoró la situación institucional. Hoy, en el Cilindro de Avellaneda, se vive otra etapa.
Costas es consciente de ello y que, dentro de pocas horas, en La Nueva Olla de Asunción puede concretar un paso muy ansiado por todos los miembros de la familia racinguista: una vuelta olímpica en el exterior luego de 36 años. “Por un Racing así es por lo que peleamos toda la vida y disfruto de ver cómo está. Antes salíamos en los diarios solo por las cosas malas”, expresó en una charla con Clarín a principios de año.
Costas campeón Supercopa 88
Néstor Fabbri, Gustavo Costas, Pato Fillol y Miguel Ludueña durante el festejo de la Supercopa 88.
Este presente con goles, victorias y expectativa tuvo también sus momentos poco gratos y el DT tuvo que soportar la turbulencia en diferentes trayectos: el 27 de enero debutó con una derrota contra Unión en Avellaneda; el 2 de mayo fue eliminado de la Copa Argentina con Talleres de Remedios de Escalada; días después le ganaba 4-1 en Córdoba a Belgrano y el local se lo empató 4-4; y en agosto no pudo imponerse en el clásico frente a un disminuido Independiente –que jugó con 10 hombres durante más de 60’ y luego terminó con 9-.
Costas supo acomodar la situación, superar cortocircuitos internos, y armar un equipo intenso, que representa su forma de ser. Recuperó a Juanfer Quintero, apostó por la potencia de Maxi Salas y la capacidad goleadora de Maravilla Martínez, más el respaldo de Roger Martínez. Además, expuso su pericia como defensor y acertó con las contrataciones de Marco Di Césare (llegó desde Argentinos) y de Agustín García Basso. Su Racing sacó de competencia a Corinthians y sus millones de dólares, que le permitieron contar con una estrella internacional como el neerlandés Memphis Depay.
“Hace tres días que no puedo dormir”, se sinceró ante ESPN. Costas, al igual que toda la gente de la Academia, vive horas intensas. Sueña con jugadas, goles y en alcanzar esa vuelta olímpica que tantas veces apareció en su mente a lo largo de estos años, cuando se encontraba en Colombia, Perú, Paraguay, Arabia Saudita, México, Chile o Bolivia. El Flaco esperaba este momento, su regreso para el tercer ciclo y tener la chance de una coronación internacional. Nadie más lo merece como vos, Gustavo.
El currículum de Costas como entrenador
Gustavo Costas dirigió 12 equipos durante su desempeño como director técnico. En la Academia de Avellaneda transita su tercera etapa, en donde buscará lograr su primer título en el fútbol argentino. A nivel internacional, ganó la Suruga Bank con Santa Fe de Colombia en 2018.
Gustavo Costas
Antes de volver a Racing, dirigió al seleccionado boliviano.
- Racing: 1999-2000, 2007 y 2023-actual.
- Guaraní (Paraguay): 2001-2003 y 2019-2021.
- Alianza Lima (Perú): 2003-2004 y 2009-2011.
- Cerro Porteño (Paraguay): 2005-2007.
- Olimpia (Paraguay): 2008.
- Al-Nassr (Arabia Saudita): 2011.
- Barcelona (Ecuador): 2012-2013.
- Independiente Santa Fe (Colombia): 2014-2015 y 2016-2017.
- Atlas (México): 2016.
- Al Fayha (Arabia Saudita): 2017-2018.
- Palestino (Chile): 2022.
- Selección de Bolivia: 2022-2023.