La caída del pase de Valentín Gómez a Udinese debido a que el empresario Foster Gillett no abonó el monto de la ficha representó un nuevo fallido del norteamericano, que solo pudo concretar la transferencia de Cristian Medina mientras que no llegaron a buen puerto las de Rodrigo Villagra y Ezequiel Piovi. Así, lo que parecía ser la carta de presentación del Gobierno para el ingreso de las sociedades anónimas deportivas (SAD), en el fútbol argentino, termina naufragando hundido por el peso de su propio engaño.
Mientras tanto, pasan los días y sigue sin haber novedades por el préstamo que Gillett había acordado con Estudiantes de La Plata para inyectar dinero a las arcas del club. Por ahora, la negociación para conformar una sociedad comercial sigue en pie, aunque llamó la atención un sugerente posteo del presidente pincha, Juan Sebastián Verón.
"Sea cual sea la situación, se levanta cabeza y se avanza siempre... Buena semana", escribió el exmediocampista de la Selección argentina en su cuenta de Instagram junto a la imagen de un termo y un mate con motivos de Estudiantes.
Juan Sebastián Verón Foster Gillett Estudiantes de La Plata
El enigmático posteo de Juan Sebastián Verón.
Instagram @juansebastian.veron
El primer movimiento de Gillett generó gran expectativa: ejecutó la cláusula de salida de Cristian Medina de Boca Juniors por u$s15 millones y lo ubicó en el club platense, en una operación teñida de irregularidades señaladas por el titular xeneize, Juan Román Riquelme. Además, cerró acuerdos por futbolistas destacados como Villagra y Gómez, vinculados a River y Vélez.
Sin embargo, el norteamericano nunca desembolsó los u$s11 millones prometidos por la rescisión del volante del Millonario, quien ahora espera por una oferta de CSKA Moscú o Vasco Da Gama para poder irse de Núñez.
A Piovi, en tanto, Estudiantes debió comprarlo con dinero de sus propias arcas, "fondos que el club tenía ahorrados por las dudas", en palabras de Verón, luego del silencio proveniente de la billetera de Gillett.
Quién es Foster Gillett, el millonario que prometió inversiones en el fútbol argentino y no dio más noticias
Foster Gillett no es un recién llegado al mundo del deporte profesional, sino un empresario con un legado familiar muy arraigado en las altas esferas del deporte internacional. Hijo de George Gillett, quien fuera propietario del Liverpool Football Club en Inglaterra y de los icónicos Harlem Globetrotters en Estados Unidos, estuvo expuesto desde joven a la gestión de equipos de élite. Su experiencia abarca desde las pistas de la NASCAR hasta los campos de fútbol europeos, acumulando un bagaje diverso en la administración deportiva de alto nivel.
Su conexión con el fútbol argentino tiene sus raíces en su paso por el Liverpool, donde tuvo la oportunidad de conocer de cerca a Javier Mascherano. Este encuentro despertó en el empresario un interés genuino por el fútbol argentino. Desde entonces, mantuvo un ojo atento sobre el desarrollo del fútbol en Argentina, buscando la oportunidad ideal para aplicar sus conocimientos y experiencia en este mercado.
A pesar de que su paso por el Liverpool estuvo marcado por controversias y críticas, con medios británicos como la BBC calificando la gestión familiar como "un fracaso" debido a problemas financieros y promesas incumplidas, este magnate ve en Estudiantes de La Plata una oportunidad de redención y crecimiento. El empresario expresó públicamente su entusiasmo por este nuevo proyecto, enfatizando su admiración por la atmósfera única que se vive en el fútbol argentino: "Mi mensaje a los aficionados es que se trata de mejorar lo que ya tienen", declaró el empresario.
Su visión para Estudiantes es integral y ambiciosa. Su plan de inversión no solo contempla mejoras en el plantel profesional, sino que abarca todas las áreas del club. La modernización del Estadio UNO, incluyendo la construcción de los codos, la renovación del campo de juego y la posible instalación de un techo, son solo algunas de las mejoras previstas en infraestructura.
Además, el empresario mostró un interés particular en el desarrollo del fútbol femenino, reconociendo su crecimiento y potencial, y planea destinar una parte importante del presupuesto a fortalecer esta rama del club. Con la construcción de tres centros de alto rendimiento y la renovación del polideportivo y el country de City Bell, busca crear un ecosistema deportivo de clase mundial que impulse el desarrollo integral de los atletas en todas las categorías.
Todo lo anterior lo intentará llevar adelante con un aporte de u$s100 millones, A cambio, este empresario recibirá un porcentaje del Ticketing y de las futuras ventas de los futbolistas de Estudiantes. Sin embargo, el magnate aclaró que "su interés no está ligado al "dinero".
Este proyecto se plantea en medio de una discusión sobre los aportes privados en clubes y su cercanía a proyectos similares a los de las Sociedades Anónimas Deportivas. Diversos dirigentes se encuentran buscando alternativas de financiamiento que no alteren el carácter social del club, pero que puedan percibir ingresos por fuera de los mecanismos tradicionales.
Guillermo Tofoni, el apoderado en América Latina de Gillett, aseguró que el club platense es un "referente del modelo SAD en la región". Tofoni, aportante de la campaña de Patricia Bullrich, es uno de los alfiles del presidente Javier Milei para el desembarco de las sociedades anónimas deportivas (SAD) en el fútbol argentino junto a la diputada Juliana Santillán y el secretario de Deporte, Daniel Scioli.
Otro vínculo político de Gillett es uno de sus asesores, Juan Manuel Cobián, representante con pasado en Boca muy cercano a Mauricio Macri.
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