Carlos Melconian aseguró que al tipo de cambio actual “no le sobra nada”, a la vez que advirtió sobre los coletazos de la devaluación del real a la economía nacional.
El economista aseguró que "pasaron de verduguear tirando billetes en la cancha a quejarse del costo acá. Lo del costo acá es serio”. Además, opinó que al tipo de cambio actual "no le sobra nada".
Carlos Melconian aseguró que al tipo de cambio actual “no le sobra nada”, a la vez que advirtió sobre los coletazos de la devaluación del real a la economía nacional.
El economista explicó que el fortalecimiento global del dólar lleva a países vecinos con tipos de cambio flotantes, como Brasil y Chile, a ajustar sus monedas para mejorar su competitividad, pero advirtió que el caso argentino es distinto: “Se ha demostrado que tocar la moneda no mejora la competitividad porque es un alivio transitorio que después se lo lleva la inflación”.
En diálogo con Radio Mitre, Melconian subrayó que, aunque la dependencia económica de Brasil disminuyó en comparación con los años 90, sigue siendo un socio comercial clave y las devaluaciones de monedas vecinas generan complicaciones adicionales para la economía argentina.
Melconian señaló que el dólar a $800 con el que comenzó el gobierno equivaldría hoy a un rango de $1.400-$1.500 si se ajustara por la inflación acumulada. “En mil pesos, contra la historia, está justita. Contra diciembre se comió el colchón”, explicó, resaltando la pérdida de competitividad.
“Este dólar no le sobra nada, pero tampoco es el de la tablita de Martínez de Hoz, el final de Cristina Fernández o el inicio de Mauricio Macri. Tiene aire contra eso, pero no le sobra nada”, remarcó.
Respecto a la inflación, Melconian sostuvo que el país sigue enfrentando tasas mensuales del 3%, aunque descartó que la meta de reducirla a niveles de 1% o 2% sea viable sin graves consecuencias: “Son los kilos más jodidos de bajar. Torturar la economía con planes fiscales y monetarios extremos no soluciona el problema”.
Melconian criticó el manejo histórico de precios relativos en Argentina, indicando que algunos están adelantados y otros retrasados hasta un 2.000%, lo que calificó como “un quilombo marca cañón”.
Por otro lado, el economista instó a la clase política argentina a prestar atención al modelo brasileño y su manejo del enfoque fiscal: “No se puede tener más déficit fiscal en Argentina. Es una lección aprendida a futuro”.
El real brasileño llegó a un mínimo histórico durante el jueves, alcanzando a conseguirse un dólar a seis reales. La principal causa tiene que ver con las normativas del Gobierno para alcanzar el déficit cero.
Entre las medidas impuestas por el Gobierno de Lula se encuentran, por ejemplo, la exención del impuesto a las ganancias para salarios de hasta 5500 reales, lo que equivale a u$s842.
Le genera al Estado una especie de renuncia de 70 mil millones de reales, aunque el propio ministro de Hacienda Fernando Haddad aseguró que la suma es de 35 mil millones.
Además, el Gobierno dispuso el aumento del impuesto a la renta de hasta 10% para quienes ganan más de 50 mil reales, que son u$s9380. La cuestión pasaba por la compensación de dejar de cobrar el Impuesto a las Ganancias, que el Estado busca resolver a partir de otras “patas” de recaudación.
El recorte fiscal tiene como horizonte los 70 mil millones de reales, para lo cual también se realizará ajustes en el techo salarial del sueldo mínimo, revisión de beneficios, topes salariales para empleados y jubilaciones mínimas.
Según indicaron, el paquete será debatido en el Congreso y entraría en vigencia en 2026. Estas medidas generaron fuerte turbulencia en el mercado y también preocupación por fuga de dólares al exterior.