¿Qué es el crawling peg? El ajuste de tipo de cambio oficial que desaceleró el Gobierno

El BCRA varió la devaluación del dólar oficial al 1% tras el dato de inflación de diciembre, y tal como había anunciado el presidente Javier Milei. ¿Qué consecuencias traerá esta baja en la economía del país?

Tras el dato de inflación del 2,7% de diciembre, el Banco Central de la República Argentina comunicó la baja del crawling peg al 1%, una desaceleración en el ritmo de ajuste del dólar oficial que repercute en las variables económicas del país ¿Qué son estas mini-devaluaciones del tipo de cambio y cómo pueden repercutir en la economía del país?

¿Qué es el crawling peg?

El crawling peg es un régimen de tipo de cambio administrado que se utilizan en programas económicos de estabilización o esquemas intermedios, donde se ajusta gradualmente el valor de una moneda frente a otra, generalmente el dólar, siguiendo un esquema predefinido. Este mecanismo es utilizado por los gobiernos y bancos centrales para intentar estabilizar la moneda local, controlar la inflación y mantener competitividad en el comercio internacional. A diferencia de un tipo de cambio fijo, el crawling peg permite variaciones controladas en el tiempo, evitando fluctuaciones abruptas.

El término “crawling peg” significa literalmente “tipo de cambio deslizante” o “tipo de cambio arrastrado”. El término “crawling” hace referencia a un ajuste gradual, mientras que “peg” significa “fijar” o “atar”. Un tipo de cambio administrado puede dar mayor previsibilidad a los agentes y a las empresas, a quienes les resulta relativamente fácil prever a cuánto va a estar el tipo de cambio dentro de 2 o 3 meses.

¿Ancla inflacionaria o apreciación cambiaria?

El crawling peg actual, que ajusta el tipo de cambio un 2% mensual, pasó de ser un ancla cambiaria a un factor de inercia frente a una inflación que desaceleró más lento de lo necesario para el programa económico y un dólar fortalecido globalmente. Esto no solo afectó la competitividad del sector exportador, sino que también incentivó la importación, con impacto negativo en la producción local y el empleo.

También, aumentó considerablemente la competitividad del peso. En otras palabras, se abarató la Argentina. Así, el peso ha tendido a apreciarse y el tipo de cambio real se va acercando a niveles como los que tenía a fines de 2017 o en etapa final de la Convertibilidad, es decir momentos que precedieron a una corrección. El consumidor se volcó a adquirir bienes durables dolarizados, y a vacacionar al exterior con la idea de aprovechar el atraso cambiario. Un mayor consumo de bienes dolarizados solo podrá mantenerse si desde la cuenta capital siguen ingresando dólares financieros al país, como ocurrió en los últimos cuatro meses gracias al blanqueo de capitales.

Este refuerzo del ancla fiscal, anunciado por el BCRA, provee un ancla nominal que le plantea una dicotomía al Gobierno. La baja del crawling peg traerá beneficios de corto plazo y presionará aun más en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), como por ejemplo en los bienes transables (alimentos, bebidas, indumentaria, tecnología o libros), que siguen de cerca al dólar oficial: crecerán más lento y actuarán como ancla para los restantes precios. El equipo que lidera Luis Caputo espera que para este año la inflación mensual arranque con 1% en los próximos meses, algo que no sucede desde mediados de 2017.

En cambio, seguirá la apreciación cambiaria que se desarrolló durante todo 2024. Tendremos el dólar subiendo al 1% mientras los precios, principalmente de no transables (servicios en general), quedan rezagados y se demora su llegada a ese nivel. El peso seguirá apreciándose en un contexto de fortalecimiento del dólar y depreciación de las monedas de la región (Brasil y Chile, estallados de argentinos).

Desde el Gobierno, aseguran que el crawling peg no es una "microdevaluación", sino un proceso de sinceramiento hasta confluir en el precio de mercado y abandonar "el delirio de la fijación política de un precio". Mientras el superávit fiscal y la acumulación de dólares en el Banco Central sean una premisa en 2025, la devaluación del tipo de cambio al 1% podrá ser sostenible con el tiempo. Cabe recordar, cada vez que Argentina ha intentado dominar la inflación atrasando el tipo de cambio se terminó en crisis.

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