A qué cosas les tienen miedo los gatos y cómo cambiaron los temores a lo largo del tiempo

Los gatos pueden sentirse vulnerables a ciertos movimientos, sin embargo, especialistas aseguran que todo dependerá de las experiencias vividas previamente.

Los gatos son uno de los animales más elegidos por los humanos para tenerlos como mascotas en el hogar y, aquellos que toda la vida tuvieron esta clase de felinos, bien saben que se asustan con facilidad. Ya sea un ruido inesperado o incluso un movimiento brusco de una persona, puede provocarles cierta inquietud y alejarse rápidamente. En este sentido, expertos aseguran cuáles son esas cosas a la que les tienen miedo o cómo han ido cambiando sus temores con el paso del tiempo.

Los gatos, al ser animales territoriales y contar con una doble faceta de depredador y presa, suelen sentir temor y es por eso que se encuentran siempre en alerta, como así también prefieren tenerlo todo controlado.

João Pedro Monteiro, profesor de comportamiento animal en el Centro de Educación Especial en Ciencias de la Salud (Portugal) y veterinario en Grupo Bom Jesus, en primer lugar explica que su comportamiento "como animales salvajes les ha llevado a desarrollar una gran sensibilidad ante posibles peligros. Suelen temer, principalmente, a situaciones que perciben como amenazas para su seguridad y supervivencia". Además, agrega: "Entre los miedos más comunes están los ruidos fuertes y repentinos, como petardos, aspiradoras, tormentas, así como los movimientos bruscos o los estímulos sociales, por ejemplo el encuentro con personas o animales desconocidos".

Al igual que los perros, los gatos tienen un sentido auditivo más potente que las personas. Por lo tanto, todos aquellos ruidos que nos pueden parecer insignificantes, para ellos puede ser estresante y les puede generar incomodidad y temor. Stefania Pineda, especialista en medicina del comportamiento animal y profesora del Departamento de Producción Animal en la Universidad Complutense de Madrid, remarca que "los ruidos fuertes o sorpresivos son de las cosas que más temor les produce. Su sentido del oído es de los más desarrollados”.

Cuáles son las cosas a las que más le temen los gatos

En primer lugar se debe tener en cuenta que cada animal es único y que sus temores pueden variar considerablemente. Si bien es cierto que los gatos se caracterizan por el miedo a los cambios bruscos, las reacciones de cada uno de ellos puede varia debido a múltiples factores como su genética, socialización e incluso las experiencias previas, indican expertos. Debido a esto, es que muchas veces pueden ser reservados y reacios a socializar con gente que visita nuestro hogar ya que les cuesta adaptarse a una nueva situación que sale de su rutina habitual.

Pineda también hace hincapié en la influencia en el gato del proceso de socialización para que sea más o menos miedoso. En este sentido, indica: “Cuando ha estado el tiempo suficiente con la madre y el resto de su camada (mínimo hasta las seis semanas de edad) y no ha tenido experiencias traumáticas de abandono o maltrato, el gato se muestra más seguro y menos temeroso".

Por otro lado, afirma que una adecuada socialización desde que son cachorros puede ayudar a prevenir la aparición de miedos mediante ciertos estímulos. Es decir, tanto los ruidos, la presencia de personas desconocidas o de otros animales, ayuda a crear un entorno seguro y estable. Al mismo tiempo, se deben evitar los castigos para no generarle más miedo.

Por su parte, Monteiro subraya: “La rutina les gusta y les calma porque son animales de hábitos que mantienen sus recuerdos como depredadores y necesitan conocer bien su entorno para detectar rápidamente cualquier peligro. Por ello les inquietan los cambios bruscos, como los viajes o la llegada de un nuevo animal a casa, ya que les rompe la sensación de control de su territorio y les genera estrés e inseguridad”.

Otra creencia que se ha popularizado es sobre el temor que los gatos le tienen al agua. En primer lugar, se debe tener en cuenta que algunos felinos salvajes de gran tamaño, como el tigre o el jaguar, son grandes nadadores que se desenvuelven muy bien en el agua. Mientras que, los gatos pueden tolerar el agua si desde cachorros se los acostumbra a ella. De todos modos, siempre se debe tener en cuenta las experiencias previas lo que nos puede llevar a entender un poco más el por qué de su rechazo o la aceptación.

Sobre el rechazo al agua, puede explicarse de una manera ya que estar mojados los hace sentir vulnerables y no pueden moverse igual y se sienten raros. Al mismo tiempo, el ruido del agua y la temperatura -ya sea muy fría o caliente- les genera temor.

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