Las apps de citas, como Tinder, están enfrentando un desafío con la aparición de propuestas que buscan revivir la magia de los encuentros cara a cara. El "speed dating", una dinámica de citas rápidas, está ganando popularidad en España como una alternativa a la seducción online, apostando por la interacción presencial. Este método ofrece encuentros breves y rotativos que permiten a los participantes conocerse de forma directa, dejando atrás la dependencia de las pantallas.
La idea del speed dating no es nueva, pero resurgió con fuerza ante el descontento de muchos usuarios con las plataformas digitales como Tinder. Empresas especializadas organizan estas reuniones en diferentes ciudades, destacándose en lugares como Madrid, Galicia o Cataluña, donde la experiencia reunió a miles de participantes. Según datos que juntó Xataka y El Confidencial, esta modalidad se consolida como una opción efectiva para quienes buscan conexiones reales y genuinas.
Con una mecánica simple y accesible, el speed dating plantea una vuelta a lo esencial: conocer a alguien en persona, intercambiar palabras en pocos minutos y decidir si hay química. Este formato también incluye variaciones como el "slow dating", que propone encuentros más pausados, adaptándose a las preferencias de diferentes edades y estilos de vida.
Qué es el speed dating
El speed dating, o citas rápidas, es un formato de encuentro social diseñado para facilitar la interacción entre posibles parejas en un entorno controlado. Surgió a finales de los años 90, cuando la organización educativa judía Aish HaTorah comenzó a promover estos eventos. Desde entonces, su popularidad creció, y hoy es un referente para quienes buscan conexiones inmediatas.
Su procedimiento es muy fácil y concreto. Los participantes tienen conversaciones breves, generalmente de pocos minutos, con varias personas. Cada charla permite obtener una impresión rápida de los otros asistentes. Al finalizar el evento, cada participante indica con qué personas le gustaría volver a coincidir, y los organizadores cruzan las preferencias para facilitar futuros encuentros.
Cómo funciona el speed dating
En España, ciudades como Madrid se convirtieron en el epicentro de esta tendencia. Empresas como Bedazzling y Cita2 organizan regularmente estos eventos, atrayendo a grupos de unas 60 personas por sesión. Jordi Martínez, director de Bedazzling, señaló a El Confidencial que en los últimos seis años participaron cerca de 8.000 personas, pagando aproximadamente 20 euros por evento.
La idea no se limita a la capital. Plataformas similares surgieron en regiones como Cataluña, Galicia y la Comunidad Valenciana, dando muestra que el interés por las citas rápidas es un fenómeno extendido. La plataforma Xataka Móvil, por ejemplo, destacó la plataforma Cites ràpides en Barcelona como un ejemplo de cómo este formato sigue ganando fanáticos.
Aunque el formato clásico se centra en charlas fugaces, también surgieron variantes como el Slow Dating Club, que incorpora cuestionarios y juegos para enriquecer la experiencia. Según su fundadora Eva Sánchez, este enfoque busca ofrecer una experiencia más personalizada, adaptada a un público joven que valora tanto la diversión como la autenticidad.