¿Cómo saber si tu gato tiene frío?

Los felinos son bastante friolentos y es normal que duerman en posición de bolita o busquen fuentes de calor. Sin embargo, hay síntomas a tener en cuenta para detectar un posible cuadro de hipotermia.

Cuando un gato tiene frío lo habitual es que, en lugar de dormir más expandidos o desparramados, uno de los signos de que tienen calor, se hagan más pequeñitos y tiendan a estar más en posición de bolita. De esta forma mantienen la temperatura dentro de su cuerpo.

De hecho, algo que quizás hayas notado es que tu gato mete las patitas abajo de su cuerpo para evitar que el frío le entre por las almohadillas. Esto es el equivalente a cuando las personas metemos las manos en los bolsillos.

También los vamos a ver muy a gusto dentro de sus camitas, con sus mantas y trapitos, porque los gatos en general son bastante friolentos. Este comportamiento, de hecho, es muy común durante todo el año salvo que esté haciendo un calor exagerado.

Otra cosa muy típica es que se pongan muy cerca de las fuentes de calor, como pueden ser estufas, radiadores y hornos. Cuidado con esto, porque les puede traer problemas. A veces no calculan bien las distancias y se terminan quemando o chamuscando algún bigote.

También podés darte cuenta de que tu gato está pasando frío si le tocás la nariz, orejas o patas y las notás un poco frías.

Esto es normal en épocas de invierno, pero el problema de que un gato tenga frío es cuando se llega a la hipotermia, es decir, cuando la temperatura del cuerpo de nuestro gato disminuye por debajo de los 36.7°.

Hay momentos o situaciones en la vida de nuestro amigo felino donde esto es más probable y hay que tener especial cuidado. Cuando los gatitos son pequeños, por ejemplo, y no tienen suficiente masa corporal o grasa para mantener la temperatura estable, es habitual que se pueda llegar a la hipotermia.

También puede suceder si nuestro gato sufre una intoxicación, porque muchas veces éstas llevan a la inconsciencia. Cuando un gato está inconsciente, no puede regular la temperatura normalmente.

La hipotermia puede darse también en gatos muy mayores, o en gatos que viven en la calle y que se mojan cuando hace mucho frío.

La hipotermia tiene distintos niveles de gravedad dependiendo de cuánto haya descendido la temperatura corporal de nuestro gato. Entre los 33° y 36° se considera hipotermia leve. En estos momentos podemos ver al gato más débil de lo habitual y con algunos temblores.

Si el gato baja hasta los 30° ya se considera hipotermia moderada, y es habitual que pierda la conciencia. Pero si la temperatura corporal se va por debajo de los 30°, ya se considera hipotermia grave y la vida del gato corre peligro. Vamos a ver sus pupilas fijas y dilatadas y no va a responder a ningún estímulo.

Para ayudarlo en estos casos, tenemos que lograr subir su temperatura. Si tu gato está mojado, primero que nada hay que secarlo con una toalla. Poné a tu gato en una zona calentita y acercale bolsas de agua caliente. Esto funciona muy bien en casos de hipotermia leve o moderada.

Si estamos hablando de hipotermia grave, más allá de estos primeros pasos es importante que vayas de urgencia al veterinario.

La hipotermia en gatos domésticos realmente no es muy común, pero estos consejos pueden servir para sumar herramientas y conocimientos sobre los cuidados de tu amigo felino.

TEMAS RELACIONADOS
DEJA TU COMENTARIO: