Las personas procuran mejorar sus hábitos saludables día a día para ver los beneficios a futuro en el organismo. En este contexto, una de las comidas que se puso en tela de juicio es el desayuno, en el que puede haber mucho alimento que parece nutritivo, pero que al final no lo es.
Por lo general, se recomienda llevar adelante una vida con buenos hábitos saludables, como, por ejemplo, descansar las horas necesarias, hacer ejercicio de manera diaria y comer alimentos nutritivos para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. En este último punto hay muchos aspectos y costumbres en los que se debe trabajar e investigar para no cometer errores.
Normalmente, se cree que ciertos alimentos aportan nutrientes y en realidad pueden perjudicar al organismo a largo plazo. De esta forma, un cardiólogo contó qué es lo que nunca se debe incorporar en el comienzo del día.
CEREALES DESAYUNO
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Cuál es el alimento que no hay que comer en el desayuno
Si una persona comienza su día con productos ultraprocesados con mucha azúcar, lo más probable es que padezca picos de glucemia, los cuales pueden desencadenar en distintos problemas de salud.
El cardiólogo norteamericano se refirió a los cereales, más precisamente a los azucarados, los cuales se convierten en una costumbre en los niños a medida que crecen. Los cereales azucarados tienen un valor nutricional mínimo y, de hecho, pueden aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos.
Estos alimentos son capaces de provocar picos de glucosa en sangre, tanto en forma de subida como de caída, luego de haberlos consumido. Esta abrupta fluctuación puede afectar realmente a los niveles de insulina y puede hacer que el riesgo de una persona de padecer diabetes, obesidad y enfermedad cardiovascular con el tiempo aumente.
Un estudio de la Universidad de Harvard demostró que las dietas con alto contenido en azúcar se relacionan con una mayor probabilidad de mortalidad cardiovascular, es decir, que su consumo debe ser moderado o nulo.
Los altos niveles de azúcares saturan al hígado. Con el tiempo, esto puede conducir a una mayor acumulación de grasa y puede derivar en síndrome de hígado graso, que aumenta el riesgo de diabetes y, en consecuencia, incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En resumen, se vincula el consumo excesivo de azúcar con el aumento de la presión arterial y la inflamación crónica. Por lo tanto, eliminar cualquier producto rico en azúcar como las galletitas, productos de panadería o jugos concentrados, por ejemplo, será beneficioso para la persona a lo largo de su día y, con los años, de su vida.