El truco de cocina para evitar que el aceite salpique cuando se calienta

Es uno de los problemas más molestos, ya que no solo ensucia las superficies, sino que también puede causar quemaduras. Esta técnica permitirá freír la comida sin inconvenientes.

Uno de los problemas más comunes y molestos que enfrentamos en la cocina es el aceite que salpica cuando se calienta. No solo deja restos de grasa sobre la superficie del horno, la mesada o incluso la pared, sino que puede causar quemaduras. Por eso resulta muy útil conocer un truco que evita que esto suceda.

¿Por qué salpica el aceite? Esto suele suceder cuando hay restos de agua o humedad en la sartén que se usa para cocinar o en los alimentos que se van a freír. Como el agua y el aceite no se mezclan, la humedad se evapora y forma burbujas de aire que suben a la superficie, explotan y salpican.

Esto significa que el problema no es la temperatura del aceite, que debe estar bien caliente para la cocción. Si la sartén está húmeda, empezará a salpicar en cuanto se caliente y el agua se evapore; si el problema es la comida, salpicará cuando la echemos en la sartén.

Sartén de teflón, cocina

Lo necesario para evitar que el aceite salpique

Para evitar que el aceite salpique al empezar a freír, se necesitan solo tres elementos muy sencillos que suelen estar presentes en toda cocina o, en el peor de los casos, son muy fáciles de conseguir:

  • Una sartén.
  • Aceite de oliva, girasol o el que se prefiera para cocinar.
  • Harina.

El paso a paso para que el aceite no salpique

Para evitar que el aceite salpique, lo que hay que hacer es eliminar la humedad que pueda haber en la sartén o en la comida. El truco definitivo para lograrlo es usar una pizca de harina, un ingrediente súper absorbente que se encargará de neutralizar cualquier resto de agua.

Lo único que hay que hacer es echar la pizca de harina en la sartén cuando el aceite empiece a calentarse, y luego revolver bien para que se integre. A partir de ahí, solo hay que esperar que alcance la temperatura ideal para cocinar y freír los alimentos de la manera habitual, pero esta vez sin salpicaduras.

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