El truco de cocina para limpiar el horno y dejarlo sin grasa e impecable

Es una de las tareas de la casa más molestas y suele llevar bastante trabajo. Por suerte, esta técnica súper efectiva permite ahorrar tiempo y dejarlo como nuevo.

La cocina es uno de los sectores de la casa que nos dan más trabajo a la hora de limpiar y, dentro de ella, el horno suele ser la peor parte, ya que la grasa y el aceite que se desprenden todos los días de las comidas se van acumulando. Por suerte, existe un truco para limpiar el horno y dejarlo impecable.

Las paredes y la puerta del horno suelen tener una capa de grasa que, si no se lava regularmente, puede endurecerse y volverse aún más difícil de sacar. Estos restos también pueden juntarse en otros lugares complicados como los armarios, el extractor y los azulejos de la pared.

Para colmo, la grasa se vuelve más difícil de sacar cuando se combina con los restos de otras comidas y pasa más de 24 horas sobre la misma superficie. Si el objetivo es hacer una limpieza profunda del horno, hay una técnica simple y efectiva que soluciona el problema en pocos minutos.

Cómo limpiar el horno
Cómo limpiar el horno

Cómo limpiar el horno

Lo necesario para limpiar el horno y dejarlo sin grasa

Para hacer esta receta casera que limpia la grasa del horno se necesitan muy pocos ingredientes. Todos son de uso habitual o, en su defecto, muy fáciles de conseguir:

  • Agua hirviendo.
  • Bicarbonato de sodio.
  • Papel aluminio.
  • Dos paños o trapos de cocina: uno húmedo y otro seco.

El paso a paso para limpiar el horno y dejarlo sin grasa

El primer paso es abrir la puerta del horno y mojarla con el agua hirviendo, especialmente en las zonas donde haya más grasa acumulada. Luego hay que espolvorear el bicarbonato de sodio sobre toda la superficie, hacer un bollo con el papel aluminio y usarlo para esparcir la mezcla, refregar y quitar toda la suciedad.

Una vez que la puerta del horno está limpia, el siguiente paso es limpiar el excedente de agua y bicarbonato de sodio con un trapo húmedo. Por último, hay que pasar un paño seco para retirar cualquier residuo y darle brillo. El mismo truco sirve para las paredes del horno.

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