A tan solo 180 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, el partido bonaerense de 25 de Mayo alberga un pequeño tesoro llamado Ernestina, un pueblo escondido que parece suspendido en el tiempo. Con menos de 100 habitantes, este lugar combina la tranquilidad del campo con un aire señorial que remonta a épocas pasadas.
Entre las palmeras importadas de las Islas Canarias y los naranjos que decoran sus calles, Ernestina invita a los visitantes a recorrer un paisaje que mezcla lo rural con lo aristocrático. Sus construcciones, muchas de ellas con casi un siglo de antigüedad, reflejan una época en la que el pueblo recibió la atención de la aristocracia europea.
El pueblo debe su nombre a Ernestina Gándara Casares, esposa de su fundador, Henry Keen, quien adquirió las tierras en 1852. Años después, en 1896, coincidiendo con la llegada del ferrocarril, Keen estableció formalmente el pueblo, dotándolo de un carácter único que aún persiste en sus calles.
Ernestina
La estación de tren de Ernestina, testigo del paso del príncipe de Gales, es uno de los puntos más emblemáticos del lugar.
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Dónde queda Ernestina
Ubicada en el corazón de la provincia de Buenos Aires, Ernestina se encuentra a una distancia ideal para una escapada de un día desde la capital. Este rincón histórico destaca por su legado arquitectónico y su estación de tren, una parada que, según cuenta la leyenda, fue visitada por el príncipe de Gales en 1925. Aunque algunos sostienen que Eduardo, quien luego sería Eduardo VIII, nunca bajó del tren, el mito sigue alimentando el atractivo del lugar.
Qué puedo hacer en Ernestina
El pequeño pueblo ofrece actividades que van desde caminatas tranquilas por su bulevar San Martín, adornado con una fuente central, hasta visitas a su iglesia de estilo neogótico y el Teatro Argentino. Otros puntos destacados incluyen la antigua escuela pupilo Enrique Keen, que cerró en 1990, pero conserva su fachada histórica, y la estación de tren, emblema de Ernestina.
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Las palmeras importadas de las Islas Canarias decoran las calles de Ernestina, un pueblo detenido en el tiempo.
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Cómo llegar a Ernestina
Para llegar desde Buenos Aires, se puede tomar la autopista Ricchieri, seguir por la ruta 205 y continuar por la ruta provincial 30. Al llegar al paraje Forastieri, hay dos opciones: doblar a la derecha por un camino de tierra de 8 kilómetros o seguir 10 kilómetros más y tomar la RP 40.