Las escapadas cerca de Buenos Aires a dos pueblos mágicos a menos de 100 km para pasar Año Nuevo

Pasar un Año Nuevo diferente es posible por más que no tengas vacaciones y necesites estar de vuelta en tu trabajo después de las fiestas. A menos de 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires existen dos pueblos mágicos ideales para festejar en familia y que solo requieren un par de horas de viaje.

Estos destinos son perfectos para quienes estén ajustados de tiempo, ya que pueden salir desde Buenos Aires el mismo 31 de diciembre por la mañana y regresar el 1° de enero por la tarde. A pesar de estar tan cerca del centro porteño, su entorno rural permite desconectarse y cortar con la rutina.

Si la idea es tener un festejo más tranquilo y en contacto con la naturaleza, en las dos localidades existe la posibilidad de alquilar cabañas o pasar la noche en una estancia. Por el contrario, si se busca un Año Nuevo rodeado de gente, hay excelentes restaurantes que ofrecen comidas regionales o un riquísimo asado.

Luján

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Así será el evento "Luján es tradición" durante septiembre del 2024.

Queda a 75 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, es decir menos de dos horas de viaje. Además de ser famosa por su Basílica, un importante destino del turismo religioso, ofrece una gran variedad de paseos, actividades al aire libre y recorridos históricos que se pueden hacer con los más chicos.

Para las familias que visiten Luján con niños, una salida imperdible es el parque de diversiones Argenpark, donde se pueden encontrar muchos de los juegos que estaban en el viejo Italpark. También cuenta con paseos en aerosilla, negocios, puestos de artesanía, un tren fantasma y un paseo del terror.

Cañuelas

Cañuelas, asado

Turismo Cañuelas

Ubicada a solo 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Cañuelas ofrece un equilibrio entre historia, naturaleza y tranquilidad a menos de dos horas de viaje. Es reconocida como la Capital Nacional del Dulce de Leche ya que, según dicen, la famosa comida argentina nació en esta ciudad en 1829.

Aquí se pueden disfrutar deliciosos productos regionales, visitar queserías para conocer cómo se elaboran los productos y recorrer la zona rural, ya que es la puerta de entrada al interior bonaerense. También es conocida por su tradición en el polo, con numerosos clubes y establos dedicados a este deporte que se pueden recorrer para aprender sobre la cría de caballos.