No es ningún secreto que llevar a cabo una alimentación saludable es súper beneficioso para el cuerpo y así poder mantener un organismo sano. Sin embargo, existen algunas dietas específicas que se pueden realizar para combatir afecciones determinadas: una de ellas es la inflamación.
Una de estas dietas es la mediterránea, típica de países como Italia y Grecia, se basa en frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales, pescado y aceite de oliva. Este patrón alimenticio ha demostrado reducir la inflamación y está asociado con menores tasas de enfermedades y mayor longevidad en comparación con la dieta occidental de EE.UU.
Reconocida por médicos y nutricionistas, la dieta mediterránea protege contra enfermedades inflamatorias como las cardiovasculares, el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2, además de ser variada y fácil de realizar.
Beneficios de las dietas antiinflamatorias
La dieta antiinflamatoria del Dr. Andrew Weil, médico integrativo de Harvard, se basa en principios que promueven la salud desde hace décadas. Esta dieta, que combina elementos de la dieta mediterránea y asiática, se compone de un 40-50% de carbohidratos, 30% de grasas y 20-30% de proteínas.
Se enfoca en alimentos de origen vegetal y fuentes de proteínas saludables, incluyendo pescado graso, frutas, verduras, aceites, frutos secos y semillas, mientras que limita el consumo de alimentos altamente procesados que pueden aumentar la inflamación.
Llevar a cabo una dieta antiinflamatoria puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que puede tener varios beneficios para la salud como los siguientes:
- Reducir la hinchazón y el dolor abdominal.
- Mejorar la digestión.
- Mejorar el estado de ánimo y la energía.
- Mantener estables los niveles de glucosa en la sangre.
- Prevenir problemas de salud, como diabetes, HTA y colesterol.
- Mejorar el sistema inmunitario.
- Controlar el peso.
- Acelerar la recuperación física.
- Mejorar la función cognitiva y la memoria.
- Reducir el riesgo de padecer obesidad, diabetes de tipo 2, enfermedades cardíacas y algunas formas de cáncer.
Los alimentos recomendados son:
- Frutas y verduras, ricas en antioxidantes y fibra.
- Grasas saludables, como el aceite de oliva, los aguacates, y los pescados grasos.
- Proteínas magras, como el pollo, pavo, y legumbres.
- Gran cantidad de fibra, como los granos enteros, legumbres, frutas, y verduras.
- Nueces y semillas.
- Especias y hierbas, incluyendo la cúrcuma, el jengibre y el romero.