El verano es una de las estaciones del año más esperada por las personas para vacacionar, pero también es la etapa en la que más desorganizados están en cuanto a la alimentación. En este sentido, una mala ingesta puede ocasionar problemas graves como la deshidratación.
Los alimentos desempeñan un papel fundamental cuando la temperatura es extrema. No elegir la comida adecuada puede deshidratar y aumentar la temperatura corporal, algo que supone un riesgo importante para la salud.
Cuando la temperatura alcanza los 40 °C, el cuerpo pide menos cantidad de alimento y comidas más ligeras y refrescantes. El verano trae consigo un cambio en el ritmo de vida, pero también la oportunidad de comer más sano y nutrirse mejor.
Una persona adulta, expuesta a altas temperaturas, puede perder hasta unos 3 litros de agua al día y aún más si se practica ejercicio. En circunstancias normales se recomienda ingerir 3,7 litros de líquido al día para hombres y 2,7 litros para mujeres. Con las temperaturas altas se debe beber medio litro de agua adicional por cada grado de temperatura superior a 38 °C.
Pero beber agua no es la única manera de hidratarse, ya que el 91 % de la composición de las frutas es agua y hasta un 95 % en el caso de las hortalizas. Al consumirlos no sólo hidratan, sino que también aportan vitaminas, minerales y fibra. Además, sacian sin apenas aportar calorías.
PERSONA DESHIDRATADA
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Cuáles son los mejores alimentos para hidratarse
Lo ideal es consumir un plato completo, es decir, con verdura y hortalizas, proteína y grasa de calidad, ya que puede ser nutritivo y saciante. Hay seis grupos de ingredientes imprescindibles que se deben consumir, pero las opciones son infinitas.
- Hojas verdes: por lo menos de un tipo, pero lo ideal es que sea lo más variada posible. Lechuga, acelga, espinaca, rúcula, etc.
- Hortalizas, verduras y frutas: se pueden añadir crudas, cortadas en trocitos o ralladas. También a la plancha o incluso se pueden incluir germinados y fermentados. Remolacha, papas, tomate, zanahoria, naranja, manzana, banana, etc.
- Grasa saludable: elegir como máximo dos grasas saludables. Puede ser una cucharada de aceite de oliva virgen extra (10,15 ml), palta, frutos secos, aceitunas, semillas variadas.
- Almidón: hidratos de carbono ricos en almidón, como la pasta integral, las legumbres, los tubérculos, como la papa o el boniato cocidos, el arroz integral o la quinoa.
- Proteína: aquí cabe desde pollo, pavo o conejo hasta langostinos, huevos cocidos, conservas de pescado, pescado a la plancha, queso, tofu o seitán.
- Aderezos: siempre ligero. Con aceite de oliva virgen extra, hierbas, vinagre, jugo de limón, lima, una mezcla de cítricos o incluso yogur natural si lo queremos más cremoso.