La cebolla es uno de esos ingredientes fundamentales que no pueden faltar en cualquier cocina. Está en la base de numerosos guisos, arroces y comidas a la olla, y también aporta un toque fresco y crocante en sándwiches y ensaladas. Sin embargo, a veces su sabor puede ser muy intenso, por lo que es importante conocer estos tres trucos para sacarle el gusto amargo a la cebolla.
Lo primero que hay que saber es que el sabor de una cebolla depende de su variedad, frescura y la forma en la que se cocina. Por ejemplo, las que ya están un poco pasadas suelen ser más amargas que las cebollas frescas; las moradas son más suaves y dulces, mientras que las blancas resultan más fuertes y picantes.
La técnica de cocción también influye en el sabor de la receta: si se sirven crudas o encurtidas, tendrán un gusto más amargo; por el contrario, si se preparan caramelizadas o cocidas, el sabor será más dulce. Para asegurarse de que la cebolla quede perfecta, se puede recurrir a distintas técnicas culinarias.
Cebolla
El famoso chef vasco Karlos Arguiñano, comparte a diario valiosos trucos de cocina, uno de esto es un consejo infalible para cortar cebollas sin lágrimas
Pexels
Cómo sacarle el sabor amargo a la cebolla
Un truco muy útil para sacarle el sabor amargo a la cebolla consiste en cortarla y, antes de sumarla a la receta que se esté preparando, colocarla por separado en un bol o recipiente con una pizca de sal y un chorrito de vinagre o jugo de limón. Es importante mezclar bien y dejarla reposar durante unos minutos. De esta manera, los ácidos del limón o vinagre neutralizarán el sabor amargo.
Otra técnica que funciona muy bien es sumergir la cebolla durante unos segundos en agua hirviendo y luego pasarla inmediatamente a otro recipiente con agua helada. Esto suavizará el gusto intenso y picante.
A diferencia de los anteriores, el tercer truco se debe aplicar al momento de la cocción y no antes: hay que cocinar las cebollas lentamente y a fuego bajo, ya que su sabor queda más suave que cuando se cocinan a fuego alto y rápido.