Qué es más saludable para cocinar: hacerlo con aceite o con manteca

Las grasas en la cocina no solo impactan el sabor, también la salud. Con estos consejos es posible saber cuál opción es mejor para el bienestar.

La decisión entre cocinar con aceite o con manteca no solo afecta el gusto de las comidas, sino también su impacto en la salud. La elección de grasas con mejor calidad nutricional es de vital importancia teniendo en cuenta cuánto puede aportar a desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas

Según expertos, aunque ambos productos son fuentes de grasa, su composición química y los efectos que generan en el organismo son diferentes. Los aceites vegetales, ricos en ácidos grasos insaturados, están vinculados a beneficios cardiovasculares, mientras que el consumo excesivo de grasas saturadas, presentes en la manteca, puede incrementar el riesgo de enfermedades crónicas.

Elegir qué usar en la cocina debe considerar factores como la calidad del perfil lipídico, los gustos, la moderación en su consumo y el tipo de preparación. Conocer las propiedades de cada opción puede marcar una gran diferencia para el bienestar general, por lo que es importante tener conocimiento sobre estas características.

Manteca

Qué es mejor para la salud: cocinar con aceite o con manteca

Ambos ingredientes son grasas, pero tienen características muy distintas. Los aceites provienen de fuentes vegetales como oliva, maíz, o girasol, mientras que la manteca es de origen animal, principalmente de la leche de vaca. Estas diferencias de origen impactan en su perfil nutricional.

El aceite, especialmente el de oliva extra virgen, es rico en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que ayudan a disminuir riesgos de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Por otro lado, la manteca contiene un alto porcentaje de grasas saturadas y colesterol (243 mg por cada 100 g), cuyo consumo excesivo está asociado a problemas como el aumento del colesterol LDL.

sartén aceite

Además, las calorías varían entre ambos: 100 g de aceite aportan 900 kcal, mientras que la misma cantidad de manteca aporta 743 kcal. Pese a esto, los aceites tienen un punto de humo superior, lo que los hace más versátiles y seguros para cocinar, ya que resisten mejor el calor sin liberar sustancias nocivas.

Para mantener sus beneficios, se recomienda usar los aceites a temperatura ambiente, por ejemplo, como aderezo o para condimentar. En casos de condiciones como obesidad o diabetes, es fundamental moderar el consumo de ambas grasas para evitar complicaciones.

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