El periodista Néstor Dib viajó a Tijuana, en México, para relatar en primera persona cómo viven los inmigrantes que quieren pasar al país vecino por uno de los pasos fronterizos más transitados: el de San Ysidro. Esta vez entrevistó a Leo, un mexicano de 19 años que participa en el cruce ilegal de una de las fronteras más calientes del mundo. Una historia de trampas, "coyotes", "polleros" y "mulas ciegas".
De espaldas para ocultar su identidad, Leo dialogó con C5N y aseguró: "Los polleros son los líderes de los coyotes, quienes te transportan por el cerro para llegar a su destino que es California, al sueño americano. Los polleros se encargan de la logística, y de guardar al 'pollo'".
Además, agregó: "Después están las mulas ciegas, que son engañados, y conducen un auto sin saber que atrás tiene dos o más personas para cruzar a la frontera".
En cuanto a los precios por el transporte de personas y dinero, los montos son delirantes. "Actualmente por una persona mexicana cuesta u$s15.000 a u$s17.000 en una cajuela. Caminando te sale entre u$s8.000 y $10.000. Y por una persona china entre $17.000 a u$s20.000 porque ellos tienen más plata y rara vez quieren caminar".
En el mismo sentido, continuó: "Los coyotes ya tienen sus rutas trazadas, toda la vida han hecho esto y ya es un oficio para ellos llevar gente a Estados Unidos. En un carro pasas en 30 minutos, caminando en 8 horas, por eso la diferencia de precios. Hay gente que se queda en el camino, que muere por deshidratación, que no puede cruzar ríos. Hoy conviene ir caminando, la frontera ahora está muy resguardada".
Ante el peligro del cruce ilegal, sin papeles, la gente prefiere morir en el intento, con temperaturas bajo cero en muchos casos, antes que quedar detenido por realizar el paso de México a Estados Unidos, según Dib. Se considera como un trabajo el paso de un país al otro, a pesar del altísimo riesgo que conlleva cruzar el peligroso desierto.