El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que aplicará aranceles de hasta el 25% a "todos los automóviles que no estén fabricados en Estados Unidos", una medida que impactará de lleno en la industria automotriz.
La medida apunta a que las automotrices se radiquen en Estados Unidos. La medida impactará de lleno en el costo de los automóviles y se estima que hará caer las ventas.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que aplicará aranceles de hasta el 25% a "todos los automóviles que no estén fabricados en Estados Unidos", una medida que impactará de lleno en la industria automotriz.
"Empezamos con una base del 2,5%, que es en lo que estábamos, y subimos al 25%", advirtió el mandatario republicano, en una conferencia de prensa en el Salón Oval de la Casa Blanca.
El aumento de los aranceles tiene como objetivo para la administración de Trump que se abran más fábricas en Estados Unidos. Sin embargo, varios expertos del sector vienen alertando que el incremento de impuestos desembocará en mayores costos de producción y una caída en las ventas.
Trump sugirió además que los nuevos gravámenes se aplicarán a los autos que contengan piezas fabricadas en Estados Unidos, pero no se ensamblen en el país. Sin embargo, no está claro si las piezas de automóviles fabricadas en el extranjero estarán sujetas a las mismas tasas que los vehículos.
El presidente estadounidense comentó que estuvo en contacto con los tres grandes fabricantes de autos, Stellantis, Ford y General Motors. "Si tienen fábricas aquí, están encantados. Si no tienen fábricas aquí, tendrán que ponerse en marcha y construirlas", advirtió.
Las acciones de las automotrices que cotizan en bolsa en Estados Unidos se derrumbaron antes del anuncio de Trump, ya que los aranceles podrían impactar en el costo de los automóviles en miles de dólares y en las ventas.
Cox Automotive, un proveedor de servicios automotrices, pronosticó que si no hay exenciones arancelarias para la industria automotriz sobre las importaciones de México y Canadá, se agregarían u$s3.000 al costo de un vehículo fabricado en Estados Unidos y u$s6.000 al de un vehículo fabricado en Canadá o México.