El último adiós al papa Francisco: qué decía su carta natal regida por Sagitario, Acuario y Cáncer

El papa Francisco abandonó el mundo terrenal a los 88 años y dejó un importante legado para el mundo entero. Nació el Argentina el 17 de diciembre de 1936 a las 21, precisamente en Buenos Aires. En ese momento, su carta natal indicaba el Sol en Sagitario, Luna en Acuario y Ascendente en Cáncer. ¿Qué significa esto?, según la astróloga Beatriz Leveratto.

Abanderado en llevar sus ideas al mundo de una manera muy humana y humilde, pero esto se podía adelantar con un análisis sobre sus signos. Esto fue mayor el 13 de marzo de 2013, cuando fue elegido Papa 266°.

Nacido en diciembre y del signo sagitario que es fuego, activo, pasional y vital. La directora de la escuela de astrología y tarot Consideral explicó a Clarín que su signo capta un orden mayor y confía: “Se da cuenta de que la acción no depende exclusivamente de él, que hay algo más allá de su conciencia, que lo guía, capta distintos niveles de la realidad que lo invitan siempre a ampliar la mirada de las cosas. Necesita continuamente agrandar su mundo, busca enlazar con otras culturas u otras religiones”.

La luna en Acuario significa libertad y se entrega a lo nuevo e inesperado. Es dócil a lo sutil y a lo intuitivo, pero también es extremadamente independiente, inesperado y singular. ““Es el que marca la diferencia en su lugar de pertenencia, recordemos que él no calzaba zapatos Prada y rechazó el trono y la limusina. Los días de Francisco como papa están marcados por unas señas singulares que mostraban su idea de tener ‘una Iglesia de los pobres y para los pobres’”.

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“Más allá de las apetencias del ego personal, Acuario necesita siempre moverse en libertad y hermandad, con independencia y -a la vez- con amor, encuentro y entrega. Ama lo diferente. Sabe que ninguna opinión es completa ni absoluta en sí misma. Cree que cada ser, cada ideología o cada religión son necesarias, pues implican la creatividad del cosmos y juntos arman una totalidad”, agrega.

En cuanto al ascendente en cáncer, el cual significa agua implica una vida más de contacto con la emoción y la sensibilidad. Es de “barrio” y su carácter humilde y próximo a fieles. También representa la búsqueda de estabilidad, en su capacidad de quedarse dentro de la institución.

“Su destino de ascendente en Cáncer le permitió quedarse y crecer en la iglesia, hacer su camino dentro de una institución tan sólida y arcaica. Supo cimentar su identidad ‘desde dentro’, construyendo desde el catolicismo. Ha permanecido en la Madre Iglesia, para -desde adentro- revolucionar la historia y modificar aquello que parecía incuestionable en esta institución”, sumó.