La llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos también significó el comienzo de las tareas del magnate Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, cartera creada para reducir los gastos estatales. Durante su primer discurso como integrante del Poder Ejecutivo, el dueño de Tesla y X generó una fuerte polémica: cerró el acto levantando su brazo derecho, un gesto similar al saludo nazi.
Al finalizar su presentación en el estadio Capital One ante 20.000 seguidores de Trump, Musk se golpeó el pecho y levantó el brazo derecho en el aire mientras agradecía a los partidarios del republicano haber devuelto al presidente a la Casa Blanca.
Por su fuerte vinculación con el nazismo y los crímenes del Holocausto, el saludo está prohibido en países como Alemania y Austria, donde su uso puede ser castigado con multas o incluso con penas de cárcel. Sin embargo, en algunas regiones del mundo, grupos extremistas y neonazis continúan utilizándolo como símbolo de su ideología.
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“Las elecciones van y vienen, pero estas han sido realmente importantes. Y quiero darles las gracias por haberlo hecho posible. Gracias a todos, el futuro de la civilización está asegurado”, dijo el magnate antes de golpearse el pecho con el brazo derecho y levantarlo hacia arriba dos veces seguidas.
A su vez, el flamante funcionario aseguró que dejará "la piel por ustedes" y prometió: “Vamos a Marte, un astronauta estadounidense plantará la bandera en Marte”.
El apoyo de Musk a la extrema derecha en Alemania
A fines de diciembre, el magnate sudafricano hizo explícito su apoyo al partido político alemán Alternativa para Alemania (AFD). A través de un mensaje en su cuenta de X, dijo que "sólo AFD puede salvar" a Alemania.
Lo hizo a través de un un reposteo a una publicación de la activista alemana Naomi Seibt en X, conocida en el ambiente por sus ideas anti-cambio climático. En el mismo, Seibt aseguró que Friedrich Merz, uno de los políticos favoritos para ser el nuevo canciller alemán, está "horrorizado con la idea de que Alemania tiene que seguir los ejemplos de Musk y (Javier) Milei".
El partido AFD creció en popularidad en las últimas elecciones y promovió posiciones populistas y antiinmigrantes similares al mensaje de “Alemania primero”. Pero el partido también ha sido acusado de resucitar la ideología y los eslóganes de la era nazi.
El ala juvenil de la organización, la Alternativa Joven (JA), fue designado por las autoridades alemanas como una organización “confirmada como extremista”. El candidato principal del partido en el estado oriental alemán de Turingia, Björn Höcke, fue condenado a principios de 2024 tras violar las leyes contra la pronunciación de eslóganes nazis en público.