Con más de 140 mil personas presentes, se lleva a cabo el funeral del papa Francisco en el Vaticano con la presencia de jefes de Estado de todo el mundo, reyes y asistentes oficiales. La norma indica una vestimenta protocolar, pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió la regla de vestirse de negro y llegó con traje azul.
El orden del funeral no solo es correcto en ejecución, sino también en la disposición de las autoridades. Uno de los protocolos fundamentales es que las reinas, jefas de estado y políticas de alto rango o primeras damas deben asistir vestidas de negro, con vestido largo y mangas largas, también deben usar una manta negra en la cabeza.
Esa vestimenta simboliza el luto y el respeto hacia el sumo pontífice. La reina Letizia y la reina Sofía cumplieron con esas normas, como lo hicieron en otras ocasiones.
Mientras que, los reyes, jefes de Estado y otros cargos importantes deben vestir de manera sobria y formal. Los hombres optan por trajes oscuros como el negro con corbatas del mismo color. Otro punto importante es que las insignias nacionales no sean ostentosas.
El traje oscuro, sea en una o dos piezas, pueden asistir de gala, pero prolijos. Pero no es aceptable usar trajes de color llamativo, como lo es el que porta Donald Trump.
Mientras que los miembros del clero como obispos y sacerdotes deben usar sotana y roquete blanco, acompañados de estola y capa pluvial morada, símbolo litúrgico de luto y la penitencia. Las religiosas deben lucir su hábito religioso completo, preferiblemente negro o velo correspondiente.