Samuel Little fue arrestado en 2012 en un refugio para indigentes en Louisville, Kentucky por un cargo de dorgas y fue extraditado a California, donde la policía de Los Ángeles pudo condenarlo por el asesinato de tres mujeres a finales de la década de los 80 después de ser vinculado a través de las pruebas de ADN encontradas en las escenas del crimen. Pero eso fue tan solo la punta del iceberg. El FBI confirmó su participación en al menos 60 de los 93 asesinatos que confesó más adelante.
Little, un ex boxeador de raza negra y 1,90 de alto y con actitudes violentas desde pequeño, eligió meticulosamente a sus víctimas: en su mayoría fueron prostitutas por las que nadie haría denuncias de desaparición. En su lista de víctimas fatales también hay algunos drogadictos.
El criminal quedó arrestado hasta que se realizó el juicio, en el que se declaró inocente y recibió tres condenas a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Cuando supo que no tendría ninguna chance de salir de la cárcel, Little empezó a confesar otros homicidios. En total, asumió haber matado a 93 personas, aunque hasta el momento pudo comprobarse su participación en 50.
Quién era Samuel Little
Nació el 7 de junio de 1940 en Reynolds, Georgia, y se convirtió en el asesino serial más prolífico de la historia de los Estados Unidos, aún tomando la cifra más baja de sus crímenes, es decir los 50 que fueron comprobados.
El modus operandi de Little era abusar de las prostitutas a las que hacía subir en su auto. Luego de tener sexo con ellas les daba un puñetazo en la cara para dormirlas y terminaba estrangulándolas. Nunca usaba armas, de modo que en la mayoría de los casos se presumió que eran muertes naturales y no se investigaba más.
“Por eso elegía prostitutas o drogadictos”, dijo el detective Michael Mongeluzzo, del condado de Marion, Florida, escenario de uno de los tantos crímenes de Samuel. También apuntó que el asesino recordaba con claridad y precisión nombres y caras de sus víctimas.
Little murió en un hospital de Los Ángeles el 30 de diciembre de 2020, a los 80 años, víctima de diabetes y una enfermedad cardíaca.