Este sábado, con el entierro del papa Francisco, la Iglesia católica dio inicio a los novemdiales, nueve días de duelo por el fallecimiento del pontífice. En la misa del segundo día de este período de recogimiento, el cardenal Pietro Parolin, segundo del Vaticano durante el papado de Jorge Bergoglio, invitó a los cristianos a buscar la paz en el mundo y en sus corazones a través de la infinita misericordia de Cristo.
En su homilía, el Cardenal italiano de 70 años se inspiró en el Evangelio del día, que recuerda el miedo y la tristeza de los apóstoles mientras se reunían en el cenáculo después de la muerte de Jesús, y afirmó que esta imagen representa el estado de ánimo de la Iglesia en este momento, mientras los cristianos lloran la muerte del Papa, quien falleció el lunes de Pascua y fue enterrado el sábado.
"El dolor por su partida, el sentimiento de tristeza que nos asalta, el desasosiego que sentimos en nuestros corazones, la sensación de desconcierto... estamos experimentando todo esto, como los apóstoles que lloraban la muerte de Jesús", señaló.
Sin embargo, el cardenal remarcó que "Cristo viene precisamente en esta oscuridad para revelarse en la gloria de su resurrección e iluminar nuestros corazones". "El papa Francisco nos recordó esto desde su elección y a menudo nos lo repitió, poniendo en el centro de su pontificado esa alegría del Evangelio", remarcó.
Cardenal Pietro Parolin Vaticano
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Muchos jóvenes estuvieron presentes en la segunda misa de los novemdiales, que tuvo lugar durante el Jubileo programado para adolescentes.
El cardenal Parolin los instó a abrazar la alegría de la Pascua, incluso en medio del dolor de la pérdida. Al recordar la Fiesta de la Divina Misericordia, expresó que la enseñanza del papa Francisco puso "un gran énfasis en la misericordia de Dios, que no tiene límites y trabaja para levantarnos y renovarnos".
"Nuestro afecto por él, que se está manifestando en este tiempo, no debe quedarse en una mera emoción del momento. Debemos tomar su legado y hacerlo parte de nuestras vidas, abriéndonos a la misericordia de Dios y siendo también misericordiosos unos con otros", subrayó.
El sacerdote Parolin, quien sirvió como secretario de Estado bajo el pontificado del único papa argentino de la historia, señaló que solo la misericordia sana y crea un mundo nuevo, extinguiendo los fuegos del odio y la violencia. "Fue un testigo brillante de una Iglesia que se inclina con ternura hacia los heridos y sana con el bálsamo de la misericordia y creía firmemente que la paz no es posible sin el reconocimiento mutuo y el perdón", recordó.