El papa Francisco sufrió de un fuerte resfriado que le impidió leer la catequesis de la audiencia general. "Pido perdón, pero me es difícil hablar", se disculpó ante un grupo de fieles reunidos en el aula Pablo VI del Vaticano. Aunque, a pesar de sentirse mal, pudo saludar a los presentes en varios idiomas.
Un nuevo problema de salud afectó a Francisco durante la audiencia general y le impidió llevar con normalidad su lectura, por lo que fue Pierluigi Giroli, funcionario de la Secretaría de Estado, quien pronunció la catequesis.
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A pesar de su resfriado, el sumo pontífice sí pudo saludar a los presentes y rezó por aquellos sacerdotes que trabajan en países como Ucrania, Oriente Medio y la República Democrática del Congo, atravesados por conflictos políticos: "Para muchos, esta presencia es la prueba de que Dios siempre se acuerda de ellos", señaló.
En 2024, un resfrío en diciembre también le impidió pronunciar el tradicional Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico. En enero de este año, una caída en su casa de Santa Marta, provocó que use varios días un cabestrillo por una lesión en su brazo derecho.