Al menos 23 personas fallecieron y más de 70 resultaron heridas tras un nuevo ataque de Israel en el barrio de Shujaiya, ubicado en la Franja de Gaza. De esta manera, se agrava la situación que se vive en el territorio palestino.
El bombardeo se produjo en el barrio Shujaiya, una zona en la que hay una gran cantidad de edificios.
Al menos 23 personas fallecieron y más de 70 resultaron heridas tras un nuevo ataque de Israel en el barrio de Shujaiya, ubicado en la Franja de Gaza. De esta manera, se agrava la situación que se vive en el territorio palestino.
La agencia española EFE infomó que desde el Ministerio de Salud y la Defensa Civil local, los cuerpos de las personas muertas fueron trasladados al hospital Al Ahli de la ciudad. Lo mismo sucedió con cuatro decenas de los lastimados.
El vocero de la Defensa Civil local, Mahmud Basal, aseguró en su canal de Telegram que el bombardeo estuvo dirigido contra un edificio de viviendas, que se encuentra cerca de la mezquita Al Hawashi.
En la misma línea, medios palestinos indicaron que hubo 22 decesos en el ataque, mientras que Defensa Civil informó que sus equipos siguen buscando a desaparecidos bajo los escombros.
Por lo pronto, las fuerzas israelíes anunciaron que habían entrado en el barrio de Shujaiya, con el objetivo de extender lo que denominaron como "zona de seguridad", un área donde derribaron edificios e infraestructuras próximo a la divisoria con Israel.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, aseguró este martes que no aceptará las nuevas condiciones impuestas por Israel para la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
"No vamos a participar en ningún arreglo que no respete los principios humanitarios: humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad", remarcó durante una rueda de periodistas y afirmó que esas nuevas condiciones amenazan con "limitar cruelmente hasta la última caloría y el último grano de harina".
En tal sentido, Guterres advirtió que en Gaza no entra "ni una migaja de ayuda" desde hace un mes, cuando la situación es crítica y se precisa comida, combustible y medicamentos. Ante ese escenario, el directivo marcó que "se han reabierto las compuertas del horror" al convertir a Gaza en "un campamento de muerte".