Durante el funeral del papa Francisco de este sábado en la Plaza de San Pedro del Vaticano, fieles de todo el mundo fueron testigos de una tierna y sencilla escena: el viento pasaba las páginas del libro con la recopilación de los cuatro evangelios canónicos colocado sobre el féretro. Rápidamente, hubo quien recordó que la misma imagen se había dado veinte años atrás, en la despedida de Juan Pablo II.
El 8 de abril de 2005, el mundo le daba el último adiós al pontífice polaco, fallecido a la edad de 84 años. Durante la ceremonia, el Evangelio colocado sobre el ataúd fue movido por el viento, un gesto interpretado por muchos como una señal del Espíritu Santo.
Este sábado, la escena se repitió: el viento pasó las páginas del Evangelio sobre el féretro del papa Francisco, mientras resonaban los cantos de las súplicas de las Iglesias católicas orientales. La imagen conmovió a los presentes y que trajo a la memoria aquel momento de hace veinte años, y en redes sociales la interpretaron como una muestra subrayando la continuidad espiritual entre los dos pontificados.
El féretro, de madera clara y sin ornamentos preciosos, reflejaba perfectamente el estilo de Francisco, siempre cercano a los más necesitados.
La ceremonia contó con la participación de numerosas autoridades religiosas y civiles, incluyendo delegaciones de todo el mundo. La presencia de representantes de las Iglesias orientales destacó el compromiso del papa Francisco con el diálogo ecuménico y la unidad de los cristianos.
Biblia evangelio hojas vuelo Juan Pablo II papa Francisco
Las hojas del Evangelio al viento, interpretado como una señal tanto en el funeral de Juan Pablo II como en el del papa Francisco.
Qué representa el libro que estaba sobre el féretro del papa Francisco durante su funeral
Un libro colocado sobre el féretro despertó la atención durante el funeral del papa Francisco. Se trataba de una recopilación de los cuatro evangelios canónicos, un símbolo central de la fe cristiana y de la vida de Jesucristo, conocido como el libro de los Santos Evangelios.
La Biblia cristiana incluye en el Nuevo Testamento cuatro evangelios reconocidos como parte de la Revelación por todas las principales confesiones cristianas. Estos textos fueron atribuidos, desde mediados del siglo II, a Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Aunque los nombres se mantuvieron por tradición, muchos historiadores modernos dudan que estos fueran sus verdaderos autores.
En la ceremonia fúnebre de Francisco, este libro no solo acompañó su cuerpo, sino que también representó el mensaje que guio su pontificado, referido a la centralidad de Cristo y de la Buena Nueva.