El Gobierno cerró definitivamente la planta conocida como la ex Ciccone, dispensó a 270 empleados que se desempeñaban en el lugar y "puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada".
En una publicación en su cuenta de la red social X, el ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó el cierre de la planta ex-Ciccone y explicó el procedimiento: "Hoy llevamos a cabo el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex Ciccone), ubicada en la localidad de Don Torcuato. En este sentido, ya se puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada".
En tanto, marcó que se pondrá a la venta el edificio en el que funcionaba la imprenta. "De esta manera, la Agencia de Administración de Bienes del Estado dispondrá del inmueble para la subasta y posterior venta. El mismo actualmente posee una bóveda de almacenamiento, que se utiliza para almacenar billetes que están próximos a ser destruidos y era utilizada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA)", expresó.
"A partir del proceso de cierre, la maquinaria necesaria para la producción de chapa patente se instalará en los depósitos de Retiro, y se iniciará el proceso de retiro de tres máquinas de calcografía para la producción de pasaportes", agregó el titular del Palacio de Hacienda.
Ex Ciccone cierre
El Gobierno cerró la planta de la ex Ciccone.
X (@madorni)
En tal sentido, sobre otras maquinarias del lugar, señaló que "en la misma línea, se retirará toda la maquinaria importada utilizada para la producción de billetes. La producción de los mismos se encuentra sin operar desde el 31 de octubre, cuando el BCRA decidió rescindir el contrato vigente y dar por terminada la producción de billetes por parte del Estado Nacional".
También, explicó el motivo de la decisión del Gobierno: "La empresa había sido expropiada por el Estado Nacional el 22 de agosto de 2012 durante la gestión de Amado Boudou cuando cumplía funciones de Vicepresidente. Debido a que esta operación fue un caso de corrupción de público conocimiento, y a que hoy resulta menos oneroso que la producción de billetes se compre a distintos proveedores internacionales, no existe ninguna necesidad de que la compañía continúe en manos estatales".
"El cierre de la empresa implica un ahorro anual para el Estado de $5.040 millones. En tanto, las 270 personas que cumplían funciones en dicha planta serán dispensadas hasta determinar las políticas a seguir", concluyó.
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