“Lamentamos muchísimo que Horacio haya cambiado después de 22 años”, subrayan desde el PRO sobre la decisión del exjefe de Gobierno porteño de competir por fuera del partido del que supo ser socio fundador. De cara a las elecciones de medio término que en la Ciudad tendrán lugar el 18 de mayo, el partido liderado por Mauricio Macri se enfrenta a un escenario especial, con la reconfiguración del mapa político a partir de la aparición de La Libertad Avanza (LLA), un peronismo unido con Leandro Santoro a la cabeza, y un Horacio Rodríguez Larreta que busca disputarles el electorado.
El excandidato a presidente anunció su candidatura a legislador porteño a través de sus redes sociales, en un posteo donde atacó de lleno la actual gestión del actual jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri: “Vuelvo. Por la ciudad que hicimos juntos. Porque Buenos Aires está mal y nadie te escucha. Porque está sucia, porque está triste. Porque ya no hay obras. Porque hay olor a pis. Vuelvo porque me duele. Porque conozco cada cuadra. Cada vereda, cada rincón. Vuelvo con vos. Vuelvo porque la quiero. Vuelvo por amor a Buenos Aires”.
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Desde el entorno de Macri hablan de “una enorme desilusión” y de una decisión “inoportuna” que, a pesar de la postura de Larreta, consideran que termina beneficiando a LLA, con números que para ellos lo ubican entre los 4 o 5 puntos. Sin embargo, no se muestran tan sorprendidos al señalar que desde 2023 “se fue alejando cada vez más del PRO”. “Él pone sus intereses personales por sobre los colectivos, lo demostró cuando se asoció con Lousteau para entregarle la Ciudad a cambio del apoyo a su campaña presidencial”, cuestionaron los allegados al partido amarillo.
Muy críticos de la decisión y, a pesar del impacto que pueda tener, intentan minimizar el poder de fuego de Rodríguez Larreta, así como los problemas internos que parecen atravesar. En este sentido, fuentes del PRO desmintieron tajantemente la información que trascendió sobre una posible expulsión del partido tanto de Larreta como de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Nunca estuvo en duda el tema. No se discutió. Es todo todo una operación”, aclaran.
Este miércoles vence el plazo para la inscripción de alianzas en el distrito porteño y el partido se dispone a competir sin aliados. “La marca amarilla del PRO no la pone en duda nadie. El objetivo es recuperar la identidad, la nitidez que representan los valores del PRO”, remarcan.
A la hora de los nombres propios que comienzan a sonar, fuentes partidarias descartan por estas horas la posibilidad de que la diputada nacional María Eugenia Vidal compita, al argumentar que su prioridad está como jefa de campaña de Jorge Macri. Algunos de los nombres que sí ponen sobre la mesa son los de la vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, del exministro de seguridad porteño, Waldo Wolff, y el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. “No tiene mucho sentido que María Eugenia sea candidata cuando la convocaron como jefa de campaña”, enfatizan.
En una proyección del escenario electoral, en las filas amarillas se muestran optimistas, consideran “difícil” que el PRO salga tercero, aunque reconocen que va a ser una elección pareja con LLA y el peronismo unido y competitivo. En este escenario, apuestan a la candidatura de Ramiro Marra para que le reste puntos a los libertarios, donde suena fuerte el nombre del vocero presidencial Manuel Adorni como posible candidato.
Para Marina Acosta, directora de Comunicación de Analogías, el interés de las elecciones en CABA radica tanto en “cómo van a funcionar las coaliciones que vienen operando a nivel nacional”, que todo apunta a un escenario de mayor fragmentación, como en “qué sesgo tendrá la agenda, cómo se imbricará lo local con la agenda nacional”.
“Se trata de un distrito que funciona normalmente como vidriera donde juega un actor importante de la política que es Mauricio Macri. La pregunta es de qué manera se manifiesta en la Ciudad el debate que está polarmente planteado a nivel nacional. Por ahora parece que las agendas se están localizando, pero todo indica que en la discusión local se filtrará el modelo económico nacional respecto, por caso, de la salud y la seguridad. De hecho, en esas áreas el gobierno de la Ciudad sigue la agenda nacional”, sintetiza.
Por su parte, Paola Zuban, de la consultora Zuban-Córdoba, apunta que “la gran fragmentación que hay hace que ningún espacio supere el 30% y ese escenario es un problema principalmente para el oficialismo de la Ciudad que tiene que aumentar su base electoral”.
Un acuerdo por distrito
La llamada “integración” entre el PRO y LLA que se viene gestando en la provincia de Buenos Aires presenta un escenario opuesto en el distrito porteño, donde las fuertes diferencias públicas se plasmaron en enero en la Legislatura porteña, cuando tres legisladores que responden a Patricia Bullrich saltaron a las filas de LLA.
De cara a lo que viene, la idea es que Mauricio Macri, que regresa al país este jueves, tome un rol más protagónico en la campaña y profundice sus apariciones públicas a través de los históricos timbreos. El armado electoral va a apostar a las recorridas y a generar espacios de charlas con los vecinos, con la idea de instalar más cercanía con el electorado.
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Cerca del líder del PRO destacan que la relación entre Macri y el presidente Javier Milei sigue siendo buena y de “cariño mutuo”, aunque reconocen que políticamente no hubo avances. En este esquema, lo ubican al expresidente como el promotor de la reunión donde, a través de los diputados Cristian Ritondo y Diego Santilli, se concretó el acercamiento para el territorio bonaerense junto al máximo mandatario y a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. “Mauricio quiere tener certidumbre. El PRO se va a preparar para competir en toda la Argentina”, afirman.
