Fito Larregain, nuevo arzobispo de Corrientes: la inspiración en la Virgen de Itatí y el Gauchito Gil

C5N.com viajó a conocer al nuevo líder de la Iglesia católica en el noreste. Perfil de un franciscano alegre y comprometido con los pobres de la provincia y el ambiente, esa "casa común".

El pueblo correntino tiene fe profunda y por ello se entiende que el arzobispo es más importante que los gobernadores. De hecho, el nacimiento de la provincia está unida a la orden de San Francisco de Asís, el santo de los pobres y la naturaleza. Hace 400 años, fray Luis de Bolaños fundaba pueblos a los pies del agua dulce del río Paraná mientras los jesuitas de la Compañía de Jesús andaban por el río Uruguay. Desde las peregrinaciones a la madrecita, la Virgen de Itatí, patrona de la provincia, pasando por la Cruz de los Milagros y la devoción popular al Gauchito Gil, la religiosidad de la provincia es marca de identidad en el Noreste argentino tanto como lo es el guaraní, el chamamé, o el grito sapucaí.

Con la garganta encendida lo recibían a Fito en la calle, frente a la Catedral Nuestra Señora del Rosario. El nuevo arzobispo de la arquidiócesis de Corrientes, José Adolfo Larregain asumió este viernes 27 por la noche, debido a las altas temperaturas de la época. Asumió en misa de acción de gracias su nuevo ministerio, aunque no es cara nueva para los católicos locales porque desde hace cuatro años y medio venía siendo el obispo auxiliar, el segundo del saliente, Andrés Stanovnik, en el cargo durante 17 años.

Su apodo es una marca de cercanía que se expresa en su pastoreo. Sólo bastaba verles la cara y los gestos a los laicos correntinos comulgando con él. Él devolvía con una sonrisa y algunas palabras. También abrazos. Desde el viceintendente, Emilio Lanari (conservador liberal) hasta el secretario general de la CTA local, Gonzalo Rubiola, o el intendente de Pasos de los Libres, Martín Ascúa -quien suena como candidato a gobernador por el justicialismo para la próxima elección 2025.

WhatsApp Image 2024-12-28 at 19.15.08 (1).jpeg

“Bienvenido a la tierra Taragüí (palabra en guaraní que significa lagartija)”, primereó Fito, en su casa, el arzobispado en la calle 9 de Julio del centro correntino, desde donde discierne el pastoreo de una arquidiócesis, con unas 50 parroquias, que se extiende en 26.218 kilómetros, lo que abarca 13 departamentos correntinos. Es a su vez cabeza de otras cinco diócesis, dos en Corrientes (Goya y Santo Tomé) y tres en la provincia de Misiones (Oberá, Posadas, y Puerto Iguazú). Este viernes en la misa que encabezó Larregain acompañaron los obispos de estas diócesis y se sumaron los gobernadores eclesiales, monseñores de Formosa y Chaco.

Fito, en su homilía, no citó a las autoridades en particular (en primera fila el gobernador local, Gustavo Valdés), habló del “querido Papa Francisco” y puso el foco en la “sinodalidad (la frase de cabecera para una iglesia en apertura a todos) para discernir la misión de los "peregrinos de la esperanza”. A los pies del escenario donde fue colocado el altar, delante de la puerta de la Catedral, con el portón abierto y todos los fieles en la calle, entre algunos sentados en sillas y la mayoría parados, se veía a los “cazadores correntinos”: una guardia estilo granaderos, además de la logística/seguridad de los scouts, servidores de la Virgen de Itatí y mujeres policías que cuidaban de la imagen réplica que llegó desde la basílica de la “madrecita” correntina.

Se recibieron mensajes del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Marcelo Colombo, y de la orden del propio arzobispo, leído por un joven fraile, Nicolás Aguiar, quien llegó en micro desde La Teja, localidad del municipio de Merlo, junto a una comitiva de laicos. En aquella diócesis Merlo-Moreno, Larregain vivió 16 años antes de llegar a la tierra correntina.

Este nuevo arzobispo no esgrime conocimiento personal con el Papa. “Si lo vi un minuto y medio es mucho. Hace dos años, fue en Roma en un saludo protocolar”, reveló a C5N.com y agregó que “Francisco es muy recordado en Corrientes porque estuvo en el Congreso Eucarístico, y muchos laicos tienen alguna anécdota con él. Por supuesto queremos que venga a la Argentina”.

El escudo episcopal de monseñor Larregain está inspirado en Laudato Si y se lo pidió a un joven. No es un escudo de la heráldica. Es un paisaje con mucho verde, río, la ciudad de fondo, las estrellas, el sol en el firmamento. La cruz pectoral fue un regalo de un artesano de la localidad de Charata, provincia de Chaco, los vecinos unidos por un puente sobre el río. “Una cruz de una madera típica de la zona, le incrustó la cruz de San Damián”.

A Fito en el NEA lo verán andar a veces con su hábito marrón de fray y cordón blanco a la cintura, otras veces en remera, o con el clériman. Se maneja con libertad en el aspecto estético.

Al poder, este nuevo arzobispo lo incomoda. No se calla y predica con el cuerpo. Su presencia en los barrios, denunciando el narcotráfico, o en las marchas por la aparición del niño Loan, ya son conocidas en Corrientes. “Tenemos que cuidar mucho el agua, la riqueza del Acuífero Guaraní, tener cuidado con la manipulación de la naturaleza para que los criterios económicos que prevalezcan lo hagan por las personas y ambiente, debemos estar muy atentos para no descuidar la casa común para las próximas generaciones”, agregó a este medio y se despidió con una sonrisa recomendando comidas típicas locales.

TEMAS RELACIONADOS
DEJA TU COMENTARIO: