En este esquema, el papel de la región queda mayoritariamente relegado. "No ha habido demasiada política hacia América Latina. Argentina se separó de las posiciones comunes en algunas cuestiones como la ambiental, de género, y la solución de dos estados en Palestina", señaló a C5N el abogado especializado en relaciones internacionales Martín Schapiro.
"Creo que en la medida en que haya estímulos para que algunos acuerdos importantes dependan de un comportamiento político, eso podría aparecer, pero no veo hoy grandes incentivos para que cambie su política hacia los gobiernos de izquierda y centroizquierda en América Latina. Miraría la cuestión energética, pero esto pareciera estar avanzando a pesar de la falta de sintonía entre Lula (da Silva) y Milei", agregó.
Para el analista político Hernán Madera, "no hay diferencias entre lo que Milei dijo en la campaña y lo que hizo en el gobierno, con América Latina al menos. Es perjudicial para la Argentina, obviamente, porque está aislada. Ahora se suma Uruguay con un gobierno progresista y Milei no va a perder oportunidad de agredir al Frente Amplio", analizó.
En este sentido, advirtió que el "mayor precio" a nivel regional se podría pagar después de las elecciones legislativas de 2025, donde es probable que al Gobierno "le vaya bien". "Por ahora, yo creo que en el exterior tenemos esto de: 'Bueno, es Milei, no es Argentina'. Cuando gane las elecciones del año que viene va a ser: 'Es Argentina, lo que está haciendo Milei es Argentina'", sostuvo.
"Corruptos", "asesinos" y "dictadores": los enfrentamientos de Milei con presidentes latinoamericanos
Al mismo tiempo que buscaba posicionarse como un referente de la derecha global, durante estos doce meses Milei protagonizó varios exabruptos contra presidentes progresistas de América Latina como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y el mexicano Andrés Manuel López Obrador (luego sucedido por Claudia Sheinbaum), a quienes tildó de "comunista corrupto", "asesino terrorista" e "ignorante", respectivamente.
A partir del 1 de marzo, cuando el Frente Amplio vuelva al poder a través de Yamandú Orsi, Uruguay se sumará a los gobiernos regionales de izquierda y centroizquierda, que también incluyen a Gabriel Boric en Chile. Es esperable que Milei, en las antípodas ideológicas de la "Patria Grande", busque continuar la batalla cultural y posicionarse como un "faro de libertad" en medio de América Latina.
"En el caso de Colombia, si bien ha trascendido la discusión que tuvieron (con Petro) en el G20, y lo mismo con Chile, la intención fue quitarle protagonismo a esas discusiones, no ponerlas en el centro. Me parece que ha habido una intención clara en los últimos meses del Gobierno de dejar de lado ese tipo de debates", afirmó Schapiro.
"También el gobierno chileno ha optado muy deliberadamente por la no estridencia y el no enfrentamiento, mientras que el gobierno colombiano intentó lo contrario, creo que con relativamente poco éxito. No ha habido respuestas del presidente Milei a las últimas declaraciones del presidente Petro. En cuanto a Brasil, creo que los contrapuntos son evidentes, aunque también allí se ha bajado el tono", analizó.
A nivel regional, el conflicto más grave fue el que se dio con Venezuela por las elecciones donde Nicolás Maduro fue proclamado como ganador. Aún antes de que el Consejo Nacional Electoral difundiera las cifras oficiales, Milei denunció fraude, trató al mandatario venezolano de "dictador" e incluso llamó a las Fuerzas Armadas a defender "la voluntad popular". En respuesta, Venezuela expulsó a los diplomáticos argentinos.
Mercosur, BRICS y Agenda 2030: ¿Argentina se aísla de la región?
Una de las primeras medidas que tomó el gobierno en política exterior, apenas 20 días después de asumir, fue anunciar que Argentina no ingresaría al grupo de los BRICS fundado por China, India, Brasil y Rusia, a pesar de que el país llevaba varios meses negociando su entrada e incluso Lula había hecho gestiones en este sentido.
"Argentina hizo un desaire al BRICS. La excanciller Diana Mondino fue muy maleducada cuando con un tuit dijo 'No vamos a entrar al BRICS', sin mencionar los lazos que Argentina tiene hace siglos con algunos de esos países, como por ejemplo Brasil, India, que es un gran mercado para la Argentina, Rusia mismo. Podían hacer como Arabia Saudita y decir que la entrada quedaba suspendida, pero no cancherear", cuestionó Madera.
Además de despegarse de América Latina en términos ideológicos, votando en contra de la Agenda 2030 en las Naciones Unidas, Milei también ha cuestionado duramente al Mercosur. Esas críticas se moderaron un poco durante su intervención en la Cumbre que se realizó la semana pasada en Montevideo, donde Argentina asumió la presidencia pro témpore, aunque el mandatario trató al bloque regional de "escollo".
El libertario deslizó la posibilidad de "disolver" el Mercosur si se mantiene el funcionamiento actual, propuso impulsar un mercado común regional y eliminar las restricciones de los países miembros para "avanzar en mayores acuerdos comerciales con los Estados Unidos, de la misma manera que estamos avanzando con China".
De todas formas, Madera señaló que es poco probable que Milei abandone el Mercosur, porque eso significaría que "levantan campamento las automotrices que están en la Argentina y se van a Brasil". "Se estaría perjudicando al empresariado y a las multinacionales que exportan a Brasil de una forma demasiado grosera", concluyó.
Schapiro aseguró que, en este contexto, será clave "ver qué sucede o no con el acuerdo entre el bloque y la Unión Europea. Si pudiera concluirse, creo que sería un factor importante para conservar el Mercosur en el marco de la agenda aperturista que defiende Milei. Si no se produce, la suerte del Mercosur va a ser más incierta", anticipó.
En ese segundo escenario, "si bien hay estímulos materiales muy importantes para mantenerlo, porque Brasil es nuestro principal socio comercial, creo que las tentaciones rupturistas crecerían. Sin lugar a dudas, el Mercosur hoy es incompatible con un acuerdo con los Estados Unidos", sostuvo.
"Si Milei es crítico del Mercosur pero se mantiene dentro del bloque, creo que las consecuencias van a ser relativamente menores, lo mismo que si mantiene la relación con China. Si en el futuro Argentina se replanteara cualquiera de estas dos cosas, eso obviamente tendría consecuencias. Cuando uno mira lo que pasó hacia China, ha primado el pragmatismo; en el Mercosur me parece que está más abierto", consideró.