El presidente Javier Milei concluyó su gira por Italia con una reunión con el titular de Stellantis y de Ferrari, John Elkann, y brindó una entrevista en el periódico italiano Libero. Luego, emprendió el regreso a Argentina en compañía de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y se espera su arribo para la madrugada del lunes.
Elkann preside el grupo automovilístico Sellantis, y su familia posee las acciones de control de Fiat, que produce automóviles en el país. También es el titular de Ferrari y de Exor, grupo que administra la Juventus, el club más ganador de Italia con 36 títulos. Cuenta además con La Stampa y La Repubblica, dos de los principales diarios italianos. Desde Presidencia no compartieron detalles sobre el encuentro entre el mandatario y el empresario.
La agenda de Milei continuó con una entrevista concedida al diario Libero, conocido por sus portadas provocadoras, publicado en Milán por primera vez en julio de 2000.
La nueva visita de Javier Milei a Italia
El Presidente viajó a Italia invitado por la titular del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni. Pasó tres días allí y cumplió con varios compromisos a lo largo del fin de semana.
Además, recibió el Premio Internacional Milton Friedman 2024 y, durante la ceremonia de entrega insistió en su "desprecio" al Estado, y reiteró que lo dirige para "romperlo, destruirlo y reducirlo".
Tras una nueva bilateral con la italiana ultraconservadora, el libertario participó del festival juvenil Fratelli d'Italia Atreju, que se desarrolló en el Circus Maximus.
"Contra todos los pronósticos de los analistas y políticos profesionales, creían que íbamos a durar tan solo un par de meses y que no estábamos capacitados para gobernar. Tuvieron que tirar a la basura todos sus manuales", planteó el jefe de Estado.
En la misma línea, resaltó: "Los argentinos y los italianos estamos unidos por un linaje común y lazos de sangre profundos que datan de varias generaciones. Por eso, más que estar entre amigos, siento que estoy en familia".
Durante su corta estadía, el mandatario y su hermana recibieron la ciudadanía de ese país en un gesto político que cayó muy bien a la derecha peninsular, pero que cosechó fuertes críticas desde la izquierda.