José Mujica: "Inevitablemente la carrera del odio desemboca en un recorte de las garantías democráticas"

El expresidente de Uruguay no escondió su mirada crítica sobre el actual liderazgo de la derecha global y los partidos tradicionales del país oriental, al tiempo que envía un mensaje de esperanza a los jóvenes.

La espera en el ingreso a la chacra para el ansiado diálogo se hizo más extensa de lo habitual, ya que la actual situación de salud del expresidente José Mujica lo obliga a comer mediante una sonda gástrica, por lo que hubo que aguardar a que pudiera digerir sin inconvenientes la primera comida del día.

Casi una hora después de lo previsto, Lucía Topolansky se acercó a la puerta. “Disculpá, pero hay que acostumbrarse a esto. En estas épocas ya no puedo planificar nada”, dice mientras acompaña a este periodista por los recovecos de la entrada entre verduras y flores recién recogidas del trabajo en la tierra.

“Va a hacer así …hasta que se vaya”, es la frase final con la que cierra ese camino de acompañamiento hasta el living donde Mujica espera con el saludo de rigor. La frase queda resonando, antes de devolverle al líder del MPP el saludo correspondiente. Comienza el breve, pero fructífero diálogo con el periodista Fabián Cardozo para Ámbito Uruguay

- ¿Qué análisis hace del avance de las derechas que se viene dando en el mundo con mensajes como los que trasmiten Donald Trump o Javier Milei?

José Mujica: Hay algo que solemos llamar derecha, que es el pensamiento conservador, que hay que tenerlo muy en cuenta porque algunas veces también hace sus formidables aportes. Y esto es mucho más ultra, va a otro ángulo, porque está cuestionando las bases de la sociedad abierta, entra a cuestionar en sí la vigencia de la propia democracia, entendiendo la democracia como garantía para el duelo de ideas, con garantías jurídicas. Inevitablemente esa carrera del odio, al final tiende a desembocar a un recorte de las garantías democráticas corrientes, que es el derecho a pensar independiente, a propagar sus ideas, a vivir en una sociedad que mantiene su unidad, pero acepta su diversidad desde el punto de vista institucional, que fue el fundamento de la revolución liberal. Lo más curioso es que se llaman liberales, y lo que menos son, son liberales en el sentido profundo del término, porque no se puede reducir el concepto de liberal meramente a la afirmación patológica de la economía del mercado. Es mucho más que eso, no es solo una fórmula económica. Fue lo que abrió la puerta ideológicamente al advenimiento de la convivencia democrática, aceptar y organizar la sociedad dando garantía institucional a los que piensan distinto. Hoy están organizando el autoritarismo y el liberalismo tiene un régimen contra eso, contra el dogmatismo de las monarquías absolutas.

- En ese contexto, ¿qué espacio le cabe al progresismo y al nuevo gobierno del Uruguay?

JM: El que pueda lograr por sí mismo. En realidad, se resume en esto: luego del pacto democrático, los partidos conservadores del Uruguay, blancos y colorados, gobernaron 25 años. Nuestro Frente Amplio gobernó 15 años. Durante los 25 años que ellos gobernaron los salarios y las jubilaciones aumentaron más o menos el 13%. Los 15 años que gobernó el Frente todos los salarios superaron ampliamente esa cifra. A los blancos los conozco históricamente porque soy viejo. Cuando gobiernan, no pueden mejorar el bolsillo de los trabajadores. Hay algo somático en el interior de ellos que no se los permite.

- ¿Qué mensaje les da a los jóvenes?

JM: Hoy hay una crisis en ellos, una crisis de futuro. Les digo que cultiven es la esperanza y que se comprometan con la realidad. Les digo que se comprometan. Y que en la vida vale la pena ser bueno, aunque te tomen por gil, porque al final vas a hacer un balance. Y si fuiste bueno y comprometido con tu sociedad, a la corta o a la larga va a haber un margen grande por lo que se te va a reconocer. Y no hay felicidad mayor que ayudar a ser un poco más felices a nuestros contemporáneos.

TEMAS RELACIONADOS
DEJA TU COMENTARIO: