Marcha de jubilados en Congreso: la Policía reprime la protesta

La tradicional movilización de los miércoles vivió momentos muy calientes cuando oficiales de la fuerza de seguridad repartieron golpes y lanzaron gas pimienta.

La tradicional marcha de los jubilados hacia el Congreso, que se realiza todos los miércoles en la Ciudad de Buenos Aires, terminó con una nueva represión policial hacia los manifestantes: la agresión incluyó palazos y gas pimienta.

Pasadas las 18, personal de la Policía Federal y Gendarmería atacó a los integrantes de la movilización, que se desplazaban por la avenida Entre Ríos y se encontraban a pocos metros de Rivadavia. En ese momento, aparecieron integrantes de la división motorizada y lanzó el líquido químico para dispersar a los presentes.

"La Policía Federal tiró gases, a través de los oficiales que se movilizaban en motos, con la intención de que los jubilados no bajaran a la calle. Cuando los manifestantes llegaron a la avenida Entre Ríos comenzó la represión", relató el periodista Nicolás Munafó en C5N.

En tal sentido, desde el móvil de El Diario, el comunicador brindó precisiones acerca del operativo: "Se presentó una gran cantidad de efectivos policiales para intentar que los jubilados no cruzaran la calle y no lleguen a Callao". Dentro de ese despliegue, en la esquina de Rivadavia y Callao una oficial que intentó detener a un hombre, recibió empujones y decidió arrojar gas pimienta. Una situación que generó más tensión.

"Era de esperar la reacción de la Policía"

Durante la cobertura que realiza C5N en el Congreso, el periodista Nicolás Munafó expuso las sensaciones que se vivieron en la zona, cuando la Policía Federal agredió a los jubilados. Una escena que se reitera casi todas las semanas.

"Como cada miércoles, lamentablemente, era de espera la reacción de la Policía, que estaba acompañando a los manifestantes desde las 17, cuando comenzó la marcha", indicó el encargado del móvil. Por su parte, el conductor Julián Guarino marcó su indignación: "Cuando el semáforo se pone en verde, la Policía deja de reprimir. Cuando se pone en rojo, vuelve a reprimir. No tiene ningún tipo de sentido común lo que se está llevando allí".

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