La mesa del sábado de Mirtha Legrand en El Trece tuvo como invitado al exmarido de Carolina "Pampita" Ardohain, el empresario Roberto García Moritán, que fue a defenderse de las acusaciones de infidelidad.
La conductora fue contundente al preguntarle al dirigente sobre su supuesta infidelidad. Los argumentos y el enojo del exmarido de la modelo.
La mesa del sábado de Mirtha Legrand en El Trece tuvo como invitado al exmarido de Carolina "Pampita" Ardohain, el empresario Roberto García Moritán, que fue a defenderse de las acusaciones de infidelidad.
En el programa La noche de Mirtha, la mediática apuntó al político por los rumores de que había engañado a la modelo. El se sintió atacado y negó su responsabilidad varias veces, además de diferenciarse de las versiones de que estuviera saliendo con otra mujer antes de separarse de la famosa.
"Es verdad que Pampita encontró el llamado de otra mujer en tu teléfono... mirá que Carolina no miente, eh" remarcó la presentadora. Moritán en todo momento negó el motivo de la ruptura: "Se dijeron barbaridades, mentiras de todo tipo" , insistió él.
Como es su estilo, Legrand repreguntó cortándole la palabra: "Entonces, ¿por qué te separaste?". Moritán empezó a explicar que venían viviendo momentos difíciles, como los tienen todas las parejas. "Pero Pampita es Pampita", retrucó Mirtha, a lo que el hombre se ofuscó y respondió que "Pampita se puede divorciar y García Moritán también se puede divorciar", opinó.
La conversación subió de tono, mientras los demás integrantes de la mesa del sábado no articulaban palabra: "Si alguien tiene y quiere hacer una referencia de los momentos tristes de nuestra vida privada lo tendrá que hacer ella, porque ella es la figura pública", resaltó Moritán.
Enseguida habló de que se debe a sus votantes, y sólo hablaría de su accionar político, a lo que Mirtha remató: "A nadie le importaba que fueras funcionario público... es mi opinión personal. Importabas porque eras el marido de Pampita", enfatizó la presentadora. "Supongo que será una opinión tuya...", se cerró com enojo el economista.