Desde sus primeros discos Magia y Peligro, Shakira demostró una identidad musical latina arraigada en su esencia. Sin embargo, fue con Pies Descalzos (1995) cuando comenzó a delinear su sonido característico, fusionando el rock con los ritmos tradicionales colombianos. Su capacidad de innovar se consolidó en Dónde Están los Ladrones? (1998), donde, además de su talento compositivo, el mundo conoció el magnetismo de sus caderas en Ojos Así, con ese condimento árabe que se volvería su marca registrada. Su MTV Unplugged en 1999 marcó un antes y un después, posicionándola como una cantautora de rock pop con proyección internacional.
El verdadero punto de inflexión llegó en 2001 con Laundry Service. Shakira se lanzó al mercado angloparlante sin perder su esencia latina, combinando pop, rock y sonidos tradicionales. Whenever, Wherever no solo la llevó a la cima de los rankings globales, sino que redefinió el concepto de estrella latina a nivel internacional. Y si hablamos de revoluciones, no podemos olvidar que con La Tortura (2005) del disco Fijación oral vol. 1 junto a Alejandro Sanz, Shakira introdujo el reguetón al pop latino mucho antes de que se convirtiera en un fenómeno global.
En 2009, Shakira dio un giro radical con She Wolf, explorando el dance y la electrónica, con una imagen más sofisticada y audaz. Este nuevo alter ego no solo representaba una evolución musical, sino también una declaración de independencia artística. A partir de entonces, su capacidad para cambiar de género sin perder su esencia la consolidó como una de las artistas más versátiles de la industria.
A diferencia de muchas estrellas pop, Shakira ha escrito casi todas sus canciones. Desde temas de amor hasta letras cargadas de identidad y resiliencia, su talento para la narración ha sido clave en su permanencia en la escena musical. Su composición no es solo una habilidad, sino un puente que le ha permitido conectar con distintas generaciones y culturas.
Su música no solo ha sonado en las radios, sino también en los eventos deportivos más importantes del mundo. Waka Waka (2010) se convirtió en el himno oficial del Mundial de Sudáfrica, consolidándose como un fenómeno cultural. Años después, en 2020, su actuación en el Super Bowl junto a Jennifer Lopez fue un hito histórico, reafirmando su estatus como una de las artistas más influyentes de todos los tiempos.
A lo largo de su carrera, Shakira ha demostrado una capacidad única para adaptarse a las nuevas tendencias sin perder su autenticidad. Ha colaborado con figuras como Bizarrap, Maluma, Rauw Alejandro, Beyoncé, Rihanna y Karol G, fusionando estilos y renovando su sonido constantemente.
Pero si hay un país que ha tenido un papel esencial en su historia, ese es Argentina. Su relación con el público argentino es de reciprocidad artística. Buenos Aires fue la ciudad donde escribió Día de Enero, inspirada en su relación con Antonio de la Rúa, y también un escenario clave en el crecimiento de su carrera.
Hoy, más de dos décadas después de su gran salto a la fama, Shakira sigue siendo sinónimo de evolución, autenticidad y éxito. Su legado trasciende géneros y fronteras, consolidándose como una de las artistas más icónicas e influyentes de la música contemporánea. Su historia sigue escribiéndose con cada canción, con cada innovación, con cada rugido de la loba que conquistó al mundo.