El fenómeno de Un poco de ruido nació de la unión de músicos apasionados por la cumbia que compartían un mismo sueño: darle visibilidad y respeto al género a través de una plataforma innovadora.
En una era donde el contenido digital domina el consumo musical, lograron lo impensado: reivindicar la cumbia desde un formato de streaming y convertirla en un fenómeno viral. Lo que comenzó como un proyecto entre amigos, todos músicos con trayectoria en la cumbia, hoy se ha transformado en el streaming musical más relevante de Argentina.
El fenómeno de Un poco de ruido nació de la unión de músicos apasionados por la cumbia que compartían un mismo sueño: darle visibilidad y respeto al género a través de una plataforma innovadora.
El proyecto comenzó cuando Pinky (Juan Manuel Grossi) tuvo la idea de hacer un streaming musical. Rápidamente contactó a Damián “Damo” Martínez, y a otros colegas del ambiente, muchos de los cuales se conocían por haber tocado en distintas bandas. Desde entonces, el grupo integrado unto a DJ Pipo (Gonzalo Leonardo) y otros referentes de la escena ha logrado posicionarse como uno de los espacios más influyentes para la cumbia en Argentina, impulsando una nueva ola del género que conecta generaciones.
"La verdad que uno no se imagina eso cuando arranca un proyecto. Siempre querés lo mejor, pero lo que está pasando supera las expectativas", confiesa uno de los creadores del programa de streaming más visto del país.
La esencia de Un poco de ruido radica en la nostalgia y la espontaneidad. "Nos conocíamos de distintas bandas, de tocar en distintas épocas, y un día Pinky nos escribió y dijimos: 'Vamos, estamos en este barco juntos'", relatan. Desde ese momento, el programa que se transmite por Twitch y YouTube los miércoles de 21 a 23 se consolidó como un espacio de reencuentro entre artistas y público.
Una de las claves del éxito fue la "Zapada" donde los artistas interpretan versiones en vivo de clásicos del género junto a la banda del programa. "El concepto zapada nació después. Al principio venían amigos a cantar y zapar, de repente los seguidores empezaron a subir los enganchados y en el cuarto o quinto programa nos dimos cuenta de que podíamos hacerlo nosotros", explican. Este formato ha permitido revitalizar canciones que, gracias a las redes sociales, volvieron a ganar notoriedad en plataformas como TikTok e Instagram.
El primer gran hito del programa fue el viral de Mc Caco, donde enganchados de cumbia del 2011 hicieron explotar las redes. "Ese video fue nuestro primer momento viral fuerte, pero cuando vino Uriel Lozano fue un antes y un después", admiten. Sin embargo, también mencionan La Gran Zapada 1, su primer show en vivo, como otro punto de inflexión: "Pusimos entradas a la venta y se agotaron enseguida, no podíamos creer lo que estaba pasando".
La cumbia ha encontrado en Un Poco de Ruido una plataforma para reinventarse sin perder su esencia. "Hoy Argentina está escuchando cumbia de nuevo. Hay una tierra fértil para que cualquiera pueda venir a sembrar nuevos temas. La cumbia siempre estuvo, está y estará"
El programa también ha generado debate sobre el futuro del género. "Siempre decimos: C.C., nunca M.T.. Es una forma de reivindicar valores y dejar atrás viejas prácticas de la industria que no hacían bien a la música", explican.
En este sentido, también apuestan por darle espacio a los nuevos talentos y mantener vivas las tradiciones musicales del país. "Estamos levantando la bandera de la cumbia, el cuarteto y la guaracha. La gente quiere ver cumbia y nosotros estamos acá para eso", sostienen con convicción.
Más allá de su faceta musical, el equipo de Un Poco de Ruido ha sabido manejar con inteligencia la exposición en redes sociales. "Si un comentario crítico tiene buena fe, aprendemos de él. Si es hate sin sentido, no le damos importancia", explican. Sin embargo, tampoco dudan en responder con humor cuando es necesario. "Hace poco eduqué a uno en Twitter y estoy muy contento con eso", dice entre risas uno Pinky quién maneja el twitter del crew.
La posibilidad de expandir los límites del programa también está en el horizonte. "Casi logramos que un reguetonero de Puerto Rico haga cumbia en el programa, estuvimos cerca. Quién sabe, quizás en algún momento pase", anticipan, dejando abierta la puerta a futuras colaboraciones inesperadas.
Lo cierto es que han conseguido algo que muchos intentaron sin éxito: devolverle a la cumbia el protagonismo que alguna vez tuvo, conectando el pasado con el presente y preparando el terreno para una nueva generación de artistas. La cumbia, sin duda, está más viva que nunca.