A un año de la tragedia ocurrida en un PH de avenida Pedro Goyena al 500, en el barrio de Caballito, las familias afectadas continúan sin recibir respuestas ni soluciones. El derrumbe, que se produjo como consecuencia de una obra en el terreno lindero, causó la muerte de Nelli y Ramón, quienes se encontraban en su vivienda en el primer piso al momento del colapso.
Ariel, hijo y sobrino de las víctimas, expresó su indignación en diálogo con el periodista Diego Fernández en C5N, por la falta de acción de las autoridades y de la empresa constructora.
"Soluciones, ninguna. Ni por parte de la constructora, que son los hermanos Cueto, ni del Gobierno de la Ciudad", lamentó.
Según los peritajes realizados por la justicia, relató Ariel, la responsabilidad recaería sobre la empresa constructora y también sobre el Gobierno de la Ciudad, que permitió continuar con la obra a pesar de las numerosas denuncias y advertencias sobre el estado de la estructura.
"Hubo 30 denuncias previas y nadie se hizo cargo. Los jueces y el Gobierno de la Ciudad avalaron que se siguiera construyendo a pesar de que las inspecciones indicaban que estaba todo mal. El juez autorizó a seguir con la obra el mismo día, solo dos horas antes del derrumbe", denunció Ariel.
Ingrid, otra de las vecinas afectadas, relató que los problemas comenzaron mucho antes del colapso. "Mi casa es la que está al fondo del terreno. Los daños empezaron en noviembre de 2022, cuando demolieron la clínica que había antes en el lugar", afirmó.