Un informe asegura que el cambio climático tuvo un rol clave en las inundaciones en Bahía Blanca. En tan solo ocho horas, la ciudad recibió más de 400 milímetros de lluvia, lo que equivale a su precipitación media anual. A la conclusión que llegaron los especialistas, fue que la causa fueron las "condiciones meteorológicas excepcionales cuyas características pueden atribuirse en su mayor parte al cambio climático provocado por el hombre".
Este diluvio provocó graves inundaciones repentinas, que causaron la pérdida de vidas, se registraron 16 muertes y más de 150 personas siguen desaparecidas, importantes daños en las infraestructuras, incluida la destrucción de puentes y el derrumbe de carreteras asfaltadas
La rápida acumulación de agua desbordó los sistemas de drenaje de la ciudad, provocando una inundación generalizada de hogares, hospitales y calles. Además, según los expertos médicos, cabría esperar la propagación de enfermedades como consecuencia inmediata.
El evento ocurrió en el contexto de un frente frío que, en el momento del evento, permaneció bastante estacionario a lo largo de un eje de noroeste a sureste. Las anomalías de presión superficial muestran dos áreas de anomalías de presión negativa al norte y al sur de Bahía Blanca. Las anomalías de temperatura muestran una estructura compleja con áreas terrestres de anomalías positivas (+5 °C) y negativas (-2 °C), con un componente frío en el área con máxima precipitación. Los datos de precipitación indican cantidades diarias extremadamente altas que superan los 100 mm/día en la parte superior de la cuenca de Bahía Blanca.
"La catastrófica situación que está sufriendo Bahía Blanca demuestra claramente la urgente necesidad de priorizar medidas de adaptación para proteger a las comunidades y garantizar un futuro más seguro para todos. Esto implica la necesidad de que primero reconozcamos nuestro papel como seres humanos en la remodelación de los sistemas de la Tierra con la quema de combustibles fósiles", alertó Marisol Osman, CIMA/CONICET-UBA.
Catástrofe en Bahía Blanca: antecedentes climáticos y de datos para el análisis
El Sexto Informe de Evaluación (IE6) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) destaca que el cambio climático está influyendo en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, incluidas las inundaciones, a nivel mundial. Aunque el informe no proporciona detalles específicos de Argentina, ofrece información regional para Sudamérica, que es relevante para Argentina. En particular, para el sureste de Sudamérica se observó con gran certeza tendencias crecientes en la magnitud y frecuencia de los episodios de precipitaciones extremas. Para el período 1950-2014, se detectó una tendencia positiva en las precipitaciones estivales en toda la región, que oscila entre 2,8 y 3,5 mm por mes y década.
Esta tendencia también es evidente en los episodios de precipitaciones extremas tanto mensuales como diarios. El informe hace hincapié en que se espera que estos cambios empeoren con un mayor calentamiento global, especialmente si las temperaturas globales aumentan más de 2 °C.
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Bahía Blanca es una importante ciudad portuaria situada en la región sudeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina, y uno de los centros urbanos más densamente poblados de la parte sur de la provincia, con una población estimada de aproximadamente 336.000 habitantes según el censo de 2022. La ciudad desempeña un papel fundamental en la economía regional, en particular en los sectores del comercio, la industria, la petroquímica y la energía, debido a su ubicación geográfica estratégica y a su puerto de aguas profundas. Bahía Blanca está situada dentro de una cuenca hidrológica regional, asociada a la cordillera de la Ventana y drenada principalmente por los ríos Napostá Grande y Sauce Chico.
La región recibe una precipitación media anual de aproximadamente 700 mm, con patrones de lluvia fuertemente influenciados por la variabilidad atmosférica estacional. La descarga media del río Napostá Grande se estima aproximadamente en 6 m³/s, mientras que el río Sauce Chico suele presentar un caudal medio de unos 3 m³/s. Para mitigar las inundaciones urbanas en la ciudad, se desarrolló el Canal Maldonado como infraestructura de drenaje crítica, diseñada para desviar el exceso de agua de la corriente Napostá durante los períodos de precipitaciones intensas. Sin embargo, los fenómenos meteorológicos extremos, como el episodio de lluvias sin precedentes documentado en este estudio, superaron significativamente la capacidad del canal, lo que ha provocado graves inundaciones urbanas.
Análisis de ClimaMeter
Los eventos similares a las condiciones meteorológicas que provocaron las inundaciones de Argentina en comparación con cómo habrían sido si hubieran ocurrido en el pasado (1979-2001) en la región [66°O 58°O 36°S 42°S]. Los cambios de presión en la superficie no muestran cambios significativos (<1 hPa).
Los cambios de temperatura muestran que eventos similares producen temperaturas similares a las del pasado. Los cambios en las precipitaciones muestran que hay hasta 4 mm/día (hasta un 7 %) de condiciones más húmedas en áreas localizadas de la región analizada. Los cambios en la velocidad del viento han mostrado condiciones más ventosas reducidas, con disminuciones de hasta 4 km/h (hasta un -10 %) alrededor del área de Bahía Blanca, y vientos más fuertes de hasta 4 km/h (hasta un 10 %) en el área costera al sur de Pedro Luro.
También los eventos similares ocurrieron en el pasado con una estacionalidad similar en los períodos pasado y presente. Los cambios en las zonas urbanas revelan que Bahía Blanca, Villa Longa y Pedro Luro experimentan lluvias más intensas en el presente que en el pasado (+1,5 mm/día, es decir, hasta un 3 % más de lluvia que en el pasado). La ciudad de Bahía Blanca y Pedro Luro también experimentan condiciones de menos viento.
Por último, las fuentes de variabilidad climática natural, en particular la Oscilación Multidecadal Atlántica, pueden haber influido solo en parte en el evento. Esto significa que los cambios que vemos en el evento en comparación con el pasado pueden deberse principalmente al cambio climático provocado por el hombre.