El licenciado en historia Pablo Borda analizó, en exclusiva para C5N, el primer año de gestión de Javier Milei, con el foco puesto en la batalla cultural que propuso con su llegada al poder, que significó un quiebre en la narrativa política del país.
"Lo que estamos viendo es parte de un cambio material. Toda batalla cultural, toda lucha de ideas no tiene efecto ni éxito si no viene de la mano de una transformación de las condiciones de vida materiales de la población. En gran parte, Milei es un producto y es catalizador de un proceso cultural que viene de la mano de un cambio material", señaló.
En su perspectiva, esa batalla cultural es la combinación de algunos elementos propios de la histórica derecha conservadora y reaccionaria de Argentina, "como esa idea de que 'somos un país de mierda' y está bien destruir todo lo que existe", sumado a la importación de las batallas culturales de otros pueblos. "La obsesión de Milei con el socialismo y el comunismo es producto de cómo este toma las narrativas y los discursos de la alt right de Estados Unidos y de otros grupos", explicó.
"Lo interesante es que dentro de ese grupo de los argentinos que no son de bien, hay sectores de lo más diversos. Empleados públicos, estudiantes, jubilados, científicos, trabajadores de Atucha, de Aerolíneas Argentinas. "Entran también aquellos trabajadores que quedan totalmente precarizados y a merced de un capitalismo salvaje que es un 'sálvese quien pueda'"
Por otra parte, el divulgador comparó las ideas que propone el líder de La Libertad Avanza y las de figuras histórica, como Juan Bautista Alberdi, mencionado en reiteradas ocasiones como uno de sus principales referentes: "Alberdi no permaneció igual a si mismo a lo largo de su historia".
"Fue muy crítico de los liberales de su tiempo. En su propias palabras, los liberales defendían la libertad de poder explotar a otros en beneficio propio", describió contraponiendo "el individualismo de Milei, que no aparece en la retórica de Alberdi, quien sostenía que una nación debía lograr un progreso colectivo a través de la libertad".
"Los liberales, como Sarmiento, Mitre y Roca, defendían un Estado fuerte, creían que el Estado nacional era un agente para asegurar el progreso y el desarrollo de esta sociedad y que tenía que tener un rol activo. Además, defendían la educación pública pensando que era un elemento nivelador", advirtió.
Además, explicó que "no tenían una idea conservadora en un sentido de valores y tradiciones: no hay que olvidar que la Ley de Matrimonio Civil y la de Educación Laica fueron el producto de la época de Julio Argentina Roca".