El 55% de la personas cree que el título universitario ya no tiene el mismo prestigio que tenía en el pasado, según reveló una encuesta realizada por la consultora DatosClaros en enero entre 300 personas del AMBA.
Aunque el 58% considera a la universidad como la formación más valiosa, su prestigio y utilidad en el mundo laboral cambiaron.
El 55% de la personas cree que el título universitario ya no tiene el mismo prestigio que tenía en el pasado, según reveló una encuesta realizada por la consultora DatosClaros en enero entre 300 personas del AMBA.
Sin embargo, el 58% de los consultados considera que una carrera universitaria es la formación más valiosa, seguida por los cursos con salida laboral (19%), las tecnicaturas (8%) y la formación autodidacta (2%). El 13% de los encuestados no cree que la formación sea determinante, una opinión que se incrementa entre los jóvenes de 18 a 25 años, donde el 24% no percibe la educación como un factor crucial para el desarrollo profesional.
El relevamiento muestrea que el título universitario dejó de ser "un pasaporte seguro para la movilidad social y su valor depende cada vez más del contexto socio-económico". Los datos recogidos en la encuesta da muestra de que en los niveles medios el título sigue siendo una herramienta clave para mejorar oportunidades laborales, mientras que en los sectores altos se percibe como insuficiente sin especialización. En los sectores de menor poder adquisitivo, la dificultad de acceso y la falta de garantías laborales erosionaron su rol como motor de ascenso social en un contexto donde la educación ya no es sinónimo de estabilidad y progreso.
A medida que cae el nivel socioeconómico, también cae la valoración universitaria y aumenta el interés por los cursos con salida laboral. En ese sentido, aún queda trabajo por hacer por parte de las casas de estudio para adecuarse a esta nueva realidad. “Las universidades públicas no se están adecuando, quedaron con carreras más tradicionales, largas y formativas a nivel general, pero que no es lo que están buscando ahora los jóvenes. Por el contrario, algunas universidades privadas se están dando cuenta de esto y están sacando continuamente carreras nuevas, más cortas, más orientadas y con salida laboral”, analizó la directora general de DatosClaros, Natalia Gitelman,
De la encuesta se desprende que el 51% de los encuestados opina que tener un título universitario no le garantiza un mejor trabajo. Esto se ve con más fuerza en el segmento de 36 a 45 años y entre el segmento ABC1. En los niveles económicos medios un título universitario sí hace una diferencia a nivel laboral, sin embargo en los niveles más altos, donde el acceso a la universidad es mayor, se percibe que es necesario otro diferencial adicional al título.
Quienes tienen edades intermedias creen que un título universitario no garantiza un mejor trabajo, probablemente porque la situación laboral en la que están actualmente no coincide con las expectativas que tenían en la universidad.
Si bien el 80% de los consultados reconoce que la educación universitaria forma integralmente a la persona, su valor en términos laborales está en plena transformación. Cuando se segmenta por edad esta opinión, se ve que los jóvenes son quienes menos valoran la educación universitaria. Específicamente en el grupo entre 18 a 25 años, el 67% estuvo de acuerdo con esta afirmación, mientras que en otros rangos etarios, como de 36 a 45 años, ese porcentaje llega al 90%.
Hoy, más de la mitad de los encuestados, el 56%, considera que para conseguir un buen trabajo es más importante la experiencia o las características personales que la formación académica. Esto se ve especialmente en el segmento etario de 26 a 35 años, que están en un momento muy particular porque ya no son jóvenes profesionales con todo para aprender, ni tienen la experiencia necesaria para conseguir buenos puestos.
Es más, el 55% de los encuestados opina que tener un título universitario ya no tiene el mismo prestigio que antes. Las expectativas sobre el título universitario cambiaron, y generaron una brecha entre formación y realidad laboral.