El congreso que reunió a juezas y jueces de toda América en el Vaticano para debatir sobre el avance de la inteligencia artificial (IA) culminó con un fuerte llamado a tomar medidas ante el riesgo de un “tecno-autoritarismo” que reduzca a la justicia y la democracia a su mínima expresión.
El encuentro “IA, justicia y democracia”, marcado por la incertidumbre en torno a la salud del papa Francisco y que contó con una fuerte presencia de representantes del Poder Judicial argentino, surgió como respuesta al pedido hecho por el sumo pontífice para establecer límites éticos al desarrollo y la aplicación de la IA como condición para su uso en servicio de los pueblos, sin delegar en las máquinas y los procesos algorítmicos decisiones que deben permanecer bajo criterio humano.
Fue organizado por el Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju), presidido por el juez argentino Roberto Andrés Gallardo; y su rama académica, el Instituto de Investigaciones Jurídicas Fray Bartolomé de las Casas (IFCB). Se trata de dos entidades creadas por el líder de la Iglesia Católica.
Durante dos jornadas, el 4 y 5 de marzo, magistradas y magistrados, junto a académicos y expertos, ocuparon las gradas de Casina Pio IV, sede de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, para debatir sobre los impactos de la IA, en especial, en el ámbito de la justicia y las prácticas democráticas. Llegaron delegaciones de Copaju desde Argentina, Colombia, Paraguay, México, Perú, Brasil, Estados Unidos, El Salvador y Costa Rica.
El martes, en su discurso de apertura, Gallardo –magistrado del fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)– había compartido una oración por la salud de Francisco, y hoy leyó una carta enviada al Papa por las y los participantes del encuentro. “En un mundo ensombrecido por discursos de odio y regresión, urge volver a oír con prontitud su voz de paz, amor y dignidad”, se lee en la nota.
juez Gallardo Copaju Vaticano
Un mensaje claro desde el sur
En sintonía con las preocupaciones del papa Francisco, el encuentro en el Vaticano estuvo atravesado por la necesidad de establecer pautas para el empleo de la IA en la administración de justicia, con la ética y la dignidad humana como ejes. En ese sentido, el juez Gallardo señaló que “la gran definición del presente es si las corporaciones son controladas por los Estados o los Estados terminan cooptados por las corporaciones informáticas”.
El presidente de Copaju remarcó que “no se observa mucha preocupación entre los desarrolladores de IA por resolver los problemas acuciantes del planeta y de la humanidad: el cambio climático, la pobreza, el hambre, la migración forzada, la carencia de agua. Para estos temas las inversiones específicas son comparativamente insignificantes”.
El magistrado también hizo hincapié en “la falacia sobre la supuesta neutralidad quirúrgica de los sistemas de inteligencia artificial”, advirtiendo que, “si no hacemos algo para evitarlo, permitirá que poderosas corporaciones generadoras impongan gradualmente nuevos paradigmas civilizatorios de los que luego será muy difícil abstraerse”.
La delegación argentina se completó con Gustavo Daniel Moreno, asesor tutelar ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de CABA; el juez misionero César Raúl Jiménez; Roberto Carlos Pompa, integrante de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo; Maximiliano Francisco Benítez, defensor general de la provincia de Entre Ríos; Rómulo Rubén Abregú, asesor de incapaces de Trenque Lauquen; la jueza porteña Alejandra Villasur García, la jueza santiagueña Valeria de los Ángeles Díaz y su colega de Chubut, Ivana Wolansky.
También viajaron a Roma la secretaria de Administración General y Presupuesto del Poder Judicial porteño, Genoveva Ferrero, directiva del IFBC; y el integrante del Consejo de la Magistratura de CABA y miembro de Copaju Luis Duacastella Arbizu.