El cura de la localidad bonaerense de San Miguel Julio Merediz, quien estudió con el papa Francisco, recordó a su amigo a días de su muerte y destacó que el sumo pontífice "siempre tuvo gestos de amor".
"La gente demuestra el cariño a una persona que se hizo querer y mostró ese amor", expresó Julio Merediz sobre la masiva movilización que generó la muerte del Papa.
El cura de la localidad bonaerense de San Miguel Julio Merediz, quien estudió con el papa Francisco, recordó a su amigo a días de su muerte y destacó que el sumo pontífice "siempre tuvo gestos de amor".
El párroco destacó sorprendido el cariño que recibió el Papa en todo el mundo y en especial en Argentina y contó que tras su muerte compartió distintas misas en el conurbano que se realizaron con las iglesias totalmente completas. "La gente demuestra el cariño a una persona que se hizo querer y mostró ese amor", expresó en diálogo con C5N.
Luego destacó que el gran cambio que realizó Francisco los últimos siglos de la Iglesia "es haber cambiado las leyes por el amor". "Atendió enfermos, presos, se fijaba en los pobres, salía a buscar a los que lo necesitaban. El amor estaba por encima de todo lo demás".
Y agregó: "El evangelio lo vivió y lo transmitió plenamente. Es un tipo de gestos. Su primer gesto como papa fue ir a la isla Lampedusa, al sur de Italia, y fue él mismo a ver a los migrantes".
Acto seguido comentó que el sábado su féretro será cargado por personas en situación de calle a los que el Papa cuidó y recordó que el jueves santo, antes de morir, fue a la cárcel a visitar a los presos mientras que el martes bajó al San Pedro sin cámaras oficiales, "con pilcha común", a saludar a la gente, a respirar pueblo.
Sobre su legado y los destinos de la Iglesia con el futuro Papa, Merediz compartió palabras tranquilizadoras para quienes admiraban a Francisco: "Las cosas que están grabadas en el corazón no se cambia más. Bergoglio nos llegó al corazón y nos impulsó a ser hombre de corazón abierto y amor. El pueblo de Dios ha sido tocado en el alma. Eso crece y se reproduce más allá de quién sea el papa".
También contó una de las últimas charlas que tuvo con su amigo: "Le escribí para darle gracia por los 50 años en medio de los barrios y me contestó diciendo que no pierda el fervor. El fervor es una llama encendida y él me pedía que no se apague. En el caso religioso esa llama se mantiene a fuerza de religión y entrega, apertura del corazón y estar siempre listo para los demás".
En otro pasaje de la entrevista opinó sobre los ataques que recibió el Papa por parte del presidente Javier Milei y distintos integrantes del gobierno libertario. "Me molestaba muchísimo y me dolieron muchísimo los ataques contra el Papa. A él también le dolían porque quería mucho a la Argentina. Fue muy argentino siempre".
Por último explicó por qué Francisco nunca vino a la Argentina. "No vino porque no encontró la oportunidad. A Jorge Bergoglio lo tuvimos 40 años entre nosotros, no lo supimos apreciar y no lo conocimos. No era distinto, siempre fue el mismo. Él prefirió ir a Papúa en medio de Australia, ir al sur de Asia o África, lugares donde nunca lo habían visto y conocido", señaló.
"Si venía seguramente íbamos a pelearnos porque fue a una provincia y no a otra. Él nos conocía bastante, es como sentimos lamentablemente a veces los argentinos. Nos peleamos por estupideces, pero no es de ahora, viene del bombardeo a Plaza de Mayo y muchas cosas más", completó.