El TDAH en los niños: la importancia de un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado

Es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia y afecta alrededor del 10% de los menores en edad escolar.

El TDAH o Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico que afecta a niños, aunque también se da en adultos. Afecta las partes del cerebro que regulan la función ejecutiva: la capacidad para planear, organizar y realizar tareas. Inclusive la posibilidad de mantener el enfoque y la atención y de controlar los impulsos y las emociones.

Es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia, y se estima que afecta alrededor del 10% de los niños en edad escolar.

La licenciada en psicología Natalia Machado Maciel detalló a C5N que "se habla de trastorno del neurodesarrollo porque afecta el desarrollo neurológico y se da en los primeros años, afectando el funcionamiento en varias áreas de inserción del individuo (social, personal, académico y en el caso de los adultos también en lo laboral)".

La especialista en terapia cognitivo conductual agregó que "pueden significar una afectación en una o más de estas áreas cognitivas, como atención, memoria, percepción, lenguaje, interacción social, etc.".

Recientemente Amalia Granata contó la realidad que tuvo que asumir con su hijo Roque, de 8 años, que tiene TDAH y dislexia. “Acepté que a Roque algo le pasaba”, confesó. La diputada santafesina remarcó que hubo episodios en la escuela "con agresión, con empujones, con romper hojas”.

Infografía TDAH en cifras

Niños con TDAH: síntomas y diagnóstico

Hay tres síntomas que caracterizan al TDAH: inatención, hiperactividad y impulsividad. Si bien este comportamiento es muy común en todos los niños, la diferencia radica en que a medida que crecen van disminuyendo, en cambio "en los niños con TDAH esto no sucede así", destacó la profesional.

Para distinguir si un niño padece de este trastorno, se tiene en cuenta la cantidad e intensidad de los síntomas, la duración en el tiempo, si aparecen o no aparecen en determinadas situaciones. Estas conductas son mucho más intensas de lo esperable para su edad, deben manifestarse en más de un lugar (casa, escuela, club), duran más de seis meses y traen como consecuencia dificultades en la adaptación social, escolar y a nivel familiar.

El diagnóstico se realiza con un equipo multidisciplinario con conocimientos sobre el TDAH. Se realizan diferentes pruebas, entrevistas a los padres, observación del niño, cuestionarios que pueden aportar los integrantes del equipo educativo y toda la información acerca de antecedentes médicos y desarrollo madurativo que pueda ser complementaria.

El diagnostico es clínico, o sea se realiza mediante entrevistas, evaluaciones, información de la escuela, etc; mientras que los exámenes físicos y pruebas complementarias sirven para descartar otras causas distintas del TDAH o para apoyar las sospechas del mismo.

"Las causas son multifactoriales, pero la principal es genética. Si un padre o madre tiene TDAH multiplica por 8 las probabilidades de que su hijo tenga el mismo trastorno". "Las causas son multifactoriales, pero la principal es genética. Si un padre o madre tiene TDAH multiplica por 8 las probabilidades de que su hijo tenga el mismo trastorno".

Entre los criterios establecidos se utiliza el DSM-5. Es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales que se utiliza mundialmente para diagnosticar y clasificar los trastornos. Según estos pautas, existen tres tipos de TDAH según cual sea el síntoma predominante: predominio del déficit de atención, predominio de la impulsividad-hiperactividad y tipo de combinado donde ambos síntomas predominan por igual.

En general es dos veces más común en varones que en mujeres, particularmente el de tipo con predominio de la impulsividad-hiperactividad. "El que predomina es el déficit de atención igual de probable en ambos sexos", según Machado Maciel.

Antes, cuando no se conocía el trastorno era los chicos "revoltosos" o "vagos" de la clase, que repetían, que no demostraban interés o eran conflictivos. Cualquier tarea que implique mucha atención o concentración les supone un esfuerzo titánico que no siempre son capaces de mantener hasta el final. "Mientras el umbral de memoria de un niño en edad escolar es de 20 minutos, en uno niño con TDAH es de 5", explicó una docente de nivel primario.

Ahora se sabe que con la edad, el componente hiperactivo tiende a disminuir, pero la falta de atención y la impulsividad persisten, de modo que, si no actuamos desde edades tempranas, estos niños tendrán problemas de adaptación social en la edad adulta, con mayor riesgo de presentar conductas de riesgo e incluso adicciones”, según los expertos.

Los niños con TDAH tienen una gran dispersión mental y se distraen muy fácilmente

Causas neurológicas y tratamientos del TDAH

El TDAH se suele dar en conjunto con el trastorno oposicionista desafiante o el trastorno de conducta pero hay causas neurológicas bien establecidas que van más allá de simplemente una “mala conducta”. Tiene que ver con las regiones cerebrales afectadas que se pudieron observar en estudios con neuroimágenes.

Afecta a la hora de planificar una acción, evitar las distracciones que generan los estímulos irrelevantes. Influye en el área cerebral encargada del control de los impulsos, el manejo de las emociones.

Las personas con TDAH tienen dificultades para controlar sus emociones, lo que se conoce como desregulación emocional y que puede manifestarse como irritabilidad, mal genio, sobreexcitación, sensibilidad al rechazo, impulsividad y cambios de humor, y se ofenden o les duele la menor crítica.

El tratamiento es multimodal, ya que implica a diferentes profesionales, profesores, padres y al mismo paciente. Se recomienda terapia con orientación cognitivo conductual, desde lo pedagógico manejo conductual y apoyo escolar, intervenciones familiares desde la psicoeducación y entrenamiento a los padres.

En cuanto al tratamiento farmacológico (se utiliza habitualmente metilfenidato, que tiene el efecto de incrementar los niveles de dopamina y noradrenalina para compensar ese déficit que suele haber en los casos de TDAH. Además, la dopamina es un neurotransmisor que puede estimular a través de la actividad física, la alimentación saludable, el sueño y las actividades placenteras. Quien dirige todo el tratamiento suele ser un neurólogo o psiquiatra especializado en el trastorno.

Este trastorno comenzó a llamarse "TDAH" solamente a finales de la década de los años ochenta, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

El TDAH en niños: por qué tramitar el Certificado Único de Discapacidad

El CUD o Certificado Único de Discapacidad se tramita ante el Gobierno porteño con una serie de requisitos. Los especialistas, ya sea el neurólogo o el psiquiatra deben completar informes donde conste el diagnóstico y sus características. Hay que pedir un turno en el CGP más cercano y entregar la documentación para que lo citen para la evaluación de la junta médica, que es la que va a emitir o no el certificado.

Hay familias que deciden no solicitarlo por no "estigmatizar" a su hijo con un papel que dice que su hijo es "discapacitado".

La licenciada en psicopedagogía Lorena Giovanaz destacó a C5N: "Esto no es obligatorio, pero en estos casos, la familia deberá costear los tratamientos por cuenta propia. El CUD no es para toda la vida, sino que se puede no renovar". Hay padres que deciden no sacarlo, costear los tratamientos solos, o esperar, precisamente por temor o prejuicios por el supuesto “estigma” del menor.

En esta misma línea, Machado Maciel remarcó que "con el CUD se accede a las prestaciones cubiertas por la obra social que tenga el paciente y también se puede solicitar una acompañante no docente para que asista algunas horas semanales a la escuela". Se pueden solicitar las terapias que indique el médico tratante (psicología, psicopedagogía, puede ser terapia ocupacional, psicomotricidad, siempre es caso por caso, según la edad y las necesidades de cada niño), que sin esta herramienta no podrían pagarlo por el altísimo costo.

El desafío de una inclusión educativa

Cuanto se tiene el diagnóstico de TDAH, la escuela acciona junto a los padres para que el niño tenga un acompañamiento en la escuela. Esto se da a través de una maestra integradora, una APND (Acompañante Personal No Docente) para incorporar los temas en la cursada diaria, o un Acompañante Terapéutico, conocido como AT.

Profesionales como Giovanaz acompañan a los niños con trastornos del neurodesarrollo y también son una guía para los padres que no pueden resolver situaciones que surgen diariamente en la casa y en la escuela.

"Desafortunadamente, el docente no tiene estrategias para el abordaje de estos casos, no porque no quiera sino que no está dentro de su capacitación profesional. Acá es donde se choca el derecho del niño a una educación regular con adaptaciones y servicios escolares, y el ajuste en materia de discapacidad", enfatizó la psicopedagoga.

Sin fondos para las personas con discapacidad

Los recortes de Javier Milei a sectores sensibles como las personas con discapacidad hacen más dura esta realidad. Los profesionales que trabajan en la escuela, en un consultorio, o en una terapia son fundamentales para que el niño ejerza avance en su integración escolar pero se les paga mal y tarde.

A modo de ejemplo, una APND (estudiante de psicología) que trabaja de lunes a viernes 4 horas diarias, en una escuela pública de CABA, prestando el servicio a través de un centro de apoyo a la integración escolar, percibe mensualmente $307mil.

En este marco de desprotección, el martes 23 de abril desde las 11 habrá una movilización frente al Congreso bajo la consigna “Discapacidad en emergencia”. Las familias y trabajadores del sector denunciarán públicamente, una vez más, el congelamiento de aranceles desde julio de 2024, la demora en autorizaciones de tratamientos y la falta de altas en el programa Incluir Salud.

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