Eterna Noche, la serie documental de C5N a 20 años de Cromañón: esquirlas del estallido

El primer episodio explora las causas del incendio en el que murieron 194 personas y otras 1.400 heridas. En primera persona, los sobrevivientes relatan el contexto político y social en el que vivían y los desafíos que tuvieron que atravesar para encontrar justicia.

Se estrenó el primer episodio de Eterna Noche, el documental original de C5N a 20 años de la tragedia que conmocionó a todos los argentinos, donde murieron 194 personas y otras 1.400 resultaron heridas.

Con voces de sobrevivientes y padres de víctimas, Eterna Noche reconstruye la historia que marcaría un antes y un después. "Muchas veces se piensa en el estallido y pocas veces en el 2002, 2003, respecto del 2004", reflexionó el periodista y escritor Walter Lezcano.

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Walter Lezcano retrató el convulsionado escenario social post estallido 2001.

Walter Lezcano retrató el convulsionado escenario social post estallido 2001.

En medio de un convulsionado escenario social post estallido 2001, cientos de adolescentes y jóvenes encontraron en la música una forma de reclamar, de pertenecer y disfrutar la vida y encontraron en la calle el único lugar de escape. "El placer no estaba en la escuela, había un descreimiento en la política, todas las familias estaban derrumbándose", añadió.

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En esa misma línea, la sobreviviente Celeste Oyola aseguró que "fuimos hermanos de esa generación que fue dejándonos todo eso que venía sucediendo y culminó el 30 de diciembre de 2004".

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Aquella noche dejó expuesta la corrupción y negligencia en el sistema que debía cuidar y brindar habilitaciones en la ciudad de Buenos Aires. "Quienes ayudaron a los chicos a salir fueron más los propios sobrevivientes que el Estado", sentenció Sebastián Albeiro, otro joven que sobrevivió a la masacre.

"Desde la Policía que no cobrara coimas, bomberos que no habilitaran lugares que no se podían habilitar y ni hablar del rol del Jefe de Gobierno que había desfinanciado todo lo que era el control de estos lugares", sumó. Un dato: en noviembre de 2003, Aníbal Ibarra, en ese momento jefe de Gobierno porteño, pasan a disponibilidad 300 inspectores sin sumarios administrativos o investigaciones posteriores, y solo ingresaron 45 inspectores para reemplazarlo.

Durante una entrevista en 2005, Ibarra aseguró que Cromañón tenía más metros cuadrados de los habilitados y que un año antes advirtió irregularidades y echó a todos los inspectores. "El Estado daba una demostración de todo lo que no. Es la madre que tiene que cuidar, que tiene que cobijar, y estaba dando muestras de un abandono constante", remarcó Celeste.

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"Quienes ayudaron a los chicos a salir fueron los propios sobrevivientes", sentenció Sebastián Albeiro,

Las candelas en los recitales eran algo común en la época, no solo en el de Callejeros sino en otras bandas también. La noche del 30 de diciembre, en las puertas de Cromañón se hizo un cacheo para evitar el ingreso de bengalas. "Pasamos el cacheo con las zapatillas en la mano", contó Sebastián y, al mismo tiempo, Celeste coincidió "no entiendo por qué sucedió ese tipo de cacheo, no había pasado, no me volvió a pasar". Sin embargo, de modo misterioso, una candela ingresó al boliche.

Omar Chabán, dueño de Cromañón, se encontraba en el recinto e intentó reprender a los jóvenes al ver cómo las primeras candelas se encendían dentro del espacio cerrado. "Si vos a un adolescente vas y le impones algo a los gritos, puteándolo, no va a suceder algo bueno", explicó Celeste, por lo que en respuesta se prendieron más bengalas.

Minutos después, la banda de Callejeros salió al escenario y fue recibido por un público enardecido que agitaba los brazos y banderas, listos para disfrutar del espectáculo. Después de un "¿Se van a portar bien?", de Patricio Fontanet a la audiencia, la música comenzó a sonar. El primer y único tema de la noche; segundos después, todo se convirtió en oscuridad.

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