Fieles despiden al Papa en una emotiva misa en la Basílica de Flores: "Su mensaje fue el amor y la unidad"

Varios asistentes compartieron con el móvil de C5N sus recuerdos de Jorge Bergoglio al tiempo que dejaron fotos y mensajes en el santuario que se improvisó en la iglesia.

El móvil de C5N dialogó con los feligreses que se acercaron al lugar donde, en un improvisado santuario, fueron dejando fotos, cartas, velas, flores, estampitas, banderas argentinas y del club San Lorenzo frente al confesionario que utilizó Francisco cuando fue cardenal de Buenos Aires. "En este confesionario, el 21 de septiembre de 1953 Jorge Mario Bergoglio sintió el llamado de Dios para ser sacerdote", indica una placa dorada en el ingreso al lugar.

Muchos de los asistentes aprovecharon a sacarse fotos en el sitio y compartieron sus recuerdos. "Lo conocí viajando a San Cayetano en el tren Sarmiento y conmueve. Tuve la oportunidad de que me bendijera como católico. Lo saludé cuando se candidateó para ser Papa", relató uno de los fieles.

"Mucha emoción, sentimientos encontrados. Estar con mi hijo acá es algo único, por el amor que nos demostró y el mensaje que le dio al mundo en cuanto a solidaridad y unión. No hay palabras para describir lo que fue el Papa para nosotros", expresó Nicanor, un creyente que se acercó a la iglesia.

El hombre sostuvo que el sentimiento que Francisco le dejó es "amor, compañerismo y solidaridad". "El mensaje que dio siempre fue que luchemos por nuestros sueños", añadió.

"Fue algo muy hermoso que el Papa sea argentino", señaló una joven que se acercó con su pequeño hijo a participar de la misa de despedida de Francisco y que recordó con detalles aquella transmisión televisiva en 2013 en la que se lo consagró como máxima autoridad de la Iglesia Católica.

Santuario en homenaje a Francisco en la Basílica de Flores

Jorge García Cuerva destacó el legado de Francisco y advirtió que "ahora nos toca a nosotros"

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, habló con C5N luego de la misa exequial que se realizó en la Catedral Metropolitana para despedir al papa Francisco. "Ahora nos toca a nosotros levantar sus banderas. Hay que seguir haciendo lío, como nos dijo", advirtió.

"Él hizo todo. Dio la vida. Fue en su momento una bocanada de aire puro y de aire nuevo para un mundo asfixiado por la guerra, por la violencia, por la discriminación. Y tanto dio esa bocanada que al final no le alcanzó el aire para seguir respirando. Así que ahora nos toca a nosotros levantar sus banderas", sostuvo García Cuerva en la puerta de la Catedral.

El arzobispo porteño definió al fallecido Papa como "un líder del mundo", "una voz profética frente a muchos silencios cómplices" y "un profeta de la misericordia y el perdón en un mundo muy violento". Además, se mostró satisfecho de haber podido reunir a movimientos sociales, gente de los barrios, las parroquias, autoridades religiosas y dirigentes de diferentes espacios políticos en la misa.

"Estábamos todos unidos y es el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestro querido Francisco. Esos temas que él instaló, de la fraternidad universal, de poder construir un mundo más justo en la casa común, que es la tierra. A partir de ahora, cada uno tiene que ser un poquito Francisco. Y ojalá los argentinos podamos vivir esa tan ansiada unidad nacional y esa fraternidad", concluyó García Cuerva.

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