Un sorpresivo giro ocurrió en la causa de la jubilada fallecida el jueves en Morón: el cuerpo médico forense realizó la autopsia sobre el cuerpo de Selva Cáceres, de 87 años, y determinó que su muerte no se debió a una asfixia mecánica, tal como había confesado su nieto en la comisaría 4ta, quien quedó en libertad.
La anciana fue encontrada sin vida en su casa ubicada en la calle Cartagena 1600, y luego del reporte, su nieto declaró de manera espontánea frente a los policías que la ahorcó porque se "cansó" de que lo "controle".
Tras ser detenido, el joven repitió de manera incesante que la había matado pero la autopsia provocó un cambio rotundo en la investigación. El médico forense le comunicó a la fiscal Paula Salevsky que la mujer sufrió un "edema pulmonar ocasionado por una falla cardíaca".
Fuentes del caso informaron al medio Primer Plano Online que no hay signos compatibles con lo descripto por el nieto, de que la había asfixiado, motivo por el cual se tomaron nuevas medidas procesales.
Tras ello, se procedió a realizar una pericia psiquiátrica al joven donde se confirmó que es inimputable ya que padece una enfermedad mental, por lo que se le otorgó la libertad y s e le dio intervención a un Juzgado de Familia.