La empresa Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) anunció que el domingo 11 de mayo se realizarán paseos en los históricos coches La Brugeoise de la Línea A, en ocasión de la conmemoración del Día del Himno Nacional. Para participar es necesario anotarse en un sorteo.
Quienes resulten ganadores podrán disfrutar de un paseo de 40 minutos entre las estaciones Perú y Acoyte. Además del recorrido, habrá música en vivo, ambientación de época y propuestas culturales.
Según informaron desde el gobierno porteño, cada viaje contará con una guía turística que irá relatando la historia de estos coches centenarios y del nacimiento del subte en Buenos Aires, el primero de Latinoamérica.
"La Ciudad tiene un patrimonio histórico invaluable que pertenece a todos los porteños. Esta propuesta es un viaje a nuestra historia y una invitación a recordar anécdotas que seguro todos tenemos en estos vagones", expresó el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
Jorge Bergoglio papa Francisco subte Línea A
El papa Francisco, cuando era Jorge Bergoglio y era pasajero frecuente de los antiguos coches de la Línea A de subte.
Por su parte, el presidente de SBASE, Javier Ibañez, señaló: "Cada paseo histórico es una vuelta al pasado, una invitación a conocer los inicios de nuestro subte, que ya tiene más de 110 años. Las Brujas son un emblema de la ciudad y nos llena de orgullo que los porteños puedan disfrutar del patrimonio cultural gracias a los minuciosos trabajos de cuidado y restauración".
El paseo es gratuito y hay tiempo de participar en el sorteo hasta el lunes 5 de mayo a las 14. Para ello, es necesario inscribirse a través del link en la biografía de la cuenta de Instagram @BAsubte. Los ganadores serán contactados por e-mail.
Los coches La Brugeoise, con origen en la ciudad belga de Brujas -de ahí su nombre, por la empresa que los construyó en 1913-, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Ciudad por la Legislatura Porteña, mediante la ley 4886 de 2013, cuando la línea cumplió 100 años y fueron reemplazados por los actuales, de origen chino.
La norma estableció la preservación y restauración de 20 coches con el objetivo de brindar un servicio histórico-turístico-cultural, que se brindaría con cierta regularidad, pero solo funcionó en ocasiones especiales como Noche de los Museos y otros aniversarios de la red, con cupos asignados a través de sorteos.
Hasta el retiro de los coches La Brugeoise, la flota de la línea A fue la más antigua del mundo en servicio comercial. Dejaron su marca en el recuerdo de los porteños y visitantes con sus coches totalmente revestidos de madera, sus luces con tulipas y artefactos de bronce y sus puertas de apertura manual. Además, la fricción entre las ruedas y las zapatas de madera de lapacho de los frenos, impregnadas en creosota para darles una mayor resistencia, producía un característico olor que permanece en la memoria de los pasajeros.